Extremadura tiene todas las papeletas para ir a elecciones de nuevo. La capacidad de negociación de la candidata del PP en Extremadura, María Guardiola, está en entredicho. El bochorno sufrido por el Partido Popular en la Asamblea la ha puesto en una situación comprometida. El PSOE ha conseguido hacerse con la presidencia de la Asamblea de Extremadura debido a que el PP no ha sido capaz de ponerse de acuerdo con Vox. La primera piedra la lanzó Guardiola cuando conoció el resultado electoral al dar por hecho que sería presidenta autonómica sumándole a la idea que Vox la apoyaría gratis. Guillermo Fernández Vara amenazó con irse de la política pero al ver la falta de pericia de Guardiola a nivel político decidió quedarse en el burladero a ver cómo se hundía ella sola. De momento, los primeros pasos abochornan en Génova, pero esperan que haya tiempo para solucionarlo.
Que entre Vox y el PP no hay buena sintonía es una afirmación atrevida. Pero que hay puntos de la geografía española en la que no se pueden ni ver es algo mucho más cercano a la realidad, tal y como aseguran fuentes de Génova. El Partido Popular ya sabe que no debe pactar con Vox de primeras, sino que debe ofrecer un poco de resistencia porque así lo quiere el líder de la formación conservadora. Sin embargo, hay que saber llevar las negociaciones con cuidado para conseguir arrebatar al PSOE sus feudos tradicionales. En la Comunidad Valenciana les ha salido bien (con alguna crítica que otra por el condenado por maltrato que han metido en la Generalitat), pero en Extremadura los problemas no dejan de crecer por segundos y María Guardiola agranda su leyenda al verse que no es capaz de llegar a un acuerdo en condiciones.
María Guardiola no quiere seguir el ejemplo de Carlos Mazón en Valencia. De hecho, esta dirigente colocada a dedo por Teodoro García Egea no parece seguir el sentido común impuesto por todos los populares. Arrebatar Extremadura a los socialistas es una pequeña motivación en Génova que están viendo dinamitada por la poca pericia a la hora de moverse políticamente y de negociar de María Guardiola. Vox y la candidata del PP tienen una pésima relación que no consiguen salvar y Guardiola está empeñada en que tiene que conseguir que la apoyen sin condiciones. Esta estrategia es la que pretende replicar Alberto Núñez Feijoo tras las elecciones generales siempre y cuando sumen con Vox. Sin embargo, no parece que la propuesta de Guardiola esté dando un buen resultado. Ya se habla y se da por hecho una repetición electoral de manual.
Sobre la mesa está la idea de que vayan a elecciones. Pero el hacerlo no es algo que contemplen en el PP. De hecho, desde el equipo de Feijoo están convencidos de que si la actitud de María Guardiola lleva al Partido Popular a una repetición electoral, el candidato socialista Guillermo Fernández Vara ganará las elecciones y conseguirá gobernar de nuevo. Ahora mismo, en el PP están visiblemente irritados con Guardiola por el espectáculo bochornoso que está dando por pretender que le apoyen sin condiciones desde Vox. Sin embargo, nadie niega que es más que probable ir a una repetición electoral. Sobretodo después de que hayan perdido la presidencia de la Asamblea por la imposibilidad de llegar a un acuerdo.
La repetición electoral sería uno de los peores escenarios para el PP, por lo que esperan que Guardiola ceda lo suficiente como para llegar a un acuerdo de Gobierno. Sin embargo, la vía Mazón no convence a esta candidata, que sigue empeñada en dejar a Vox fuera de la ecuación. Los cruces de acusaciones tampoco ayudan a facilitar las negociaciones y los niveles de tensión están disparados. El hecho de que Guardiola además no sea de Feijoo y que haya arrebatado a Francisco Pizarro la presidencia es otra de las cuestiones que se recuerdan ahora en los pasillos de Génova como un mal sueño. Queda algo de tiempo para que se solucione este problema, pero los primeros contactos no parecen haber ayudado a pensar que habrá un gobierno popular en Extremadura.
