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No hay que engañarse, al aficionado blanco un año o dos sin ganar la liga le trae sin cuidado. Eso sí, las eliminaciones de la Champions son las que duelen y las que mueven al club blanco a moverse en el mercado, especialmente cuando se producen de forma tan dolorosa como la de este año.
Las carencias han salido a flote
El partido de Manchester ante el City fue como mirarse en el espejo después de un par de días sin dormir. La imagen no engaña, hay algo que no anda bien y más vale ponerle rápido remedio.
Eso fue lo que vieron los aficionados blancos: un equipo que se había hecho mayor y que no tenía soluciones de ningún típico, ni futbolísticas ni anímicas, para resistir el empuje del equipo de Pep Guardiola.
Evidentemente, la solución no pasa por echar a la plantilla entera y fichar a otros veintitantos jugadores. Eso no pasa en fútbol y menos en un club serio como el Madrid. Lo que es necesario es una reconstrucción en profundidad que devuelva a los blancos a ser favoritos en las apuestas deportivas en vivo, una revolución que pasa por poner el acento en algunas posiciones un tanto debilitadas.
Los huecos de la plantilla
Vamos a empezar por señalar el más problemático de todos: Benzema no tiene quien le haga algo de competencia. En el último lustro, los blancos se han confiado al buen estado del francés y a la inminente llegada de Mbappé, llegada que, lejos de producirse, va camino de convertirse en una historia eterna que nadie sabe cómo terminará.
La consecuencia es que en el Bernabéu se han quedado huérfanos de gol. Vini y Rodrygo lo intentan, pero no son jugadores de treinta o cuarenta goles al año ni mucho menos. Por eso, lo primero de todo es hacerse con un 9 de verdad.
Luego está el tema de la defensa. Los centrales no son un quebradero de cabeza, pero ver a Camavinga reconvertido en lateral izquierdo es algo que duele a cualquiera. El joven francés le pone ganas, pero es un centrocampista de toda la vida y le cuesta bastante ajustarse a las necesidades de un puesto tan específico como el de lateral. Por lo tanto, hace falta una inversión aquí.
Por último, está el tema del centro del campo. Si Kroos y Modric tuvieran un par de años menos, no habría fichaje que los igualase. Pero tanto el alemán como el croata declinan por edad y los blancos tienen que empezar a pensar en sustitutos de garantías. Ahí suena Bellingham, pero todo está en el aire por la dificultad de encontrar recambios a los dos genios de la media blanca.
Salta a la vista que si el Madrid quiere competir de verdad por la Champions de 2024 no va a tener más remedio que ir al mercado y no a por piezas pequeñas, y es que las necesidades del equipo son más que importantes.
