Sos Racisme ha emitido un comunicado este miércoles en el que ha apuntado que desde 1999, año en que se empiezan a sistematizar los datos, han contabilizado 571 casos de «racismo policial» de un total de 2.514 casos asumidos por su servicio de atención y denuncia.
En el mismo comunicado han explicado que solo en cuatro ocasiones se ha condenado a un agente de policial, y que en ninguno de los casos se ha aplicado el agravante de racismo o se ha contemplado como delito de odio «a pesar de la claridad de los hechos».
Por este motivo, Sos Racisme exige a la administración el reconocimiento institucional de la existencia del racismo en los cuerpos de seguridad, así como implementar mecanismos de control y evaluación interna para luchar contra los abusos y discriminaciones.
También piden abordar integralmente la seguridad, revisando los criterios de selección de personal, así como asegurar la formación obligatoria y regular de los agentes en el respeto de los derechos humanos y la no discriminación.
«Esta violencia es consecuencia de un racismo de Estado sistémico. Las fuerzas de seguridad públicas son el brazo ejecutor encargado de mantener el poder hegemónico actual, que gira alrededor de un sistema desigual, blanco, capitalista y patriarcal», apunta la entidad.