En Castilla y León solo Burgos, León y Valladolid han sido declaradas oficialmente provincias libres de tuberculosis bovina por la Comisión Europea, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.La tuberculosis bovina es una enfermedad bacteriana crónica, diferente a la que afecta a los humanos, aunque los síntomas pueden ser similares.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), los signos clínicos en animales infectados son debilidad, pérdida de apetito y peso, fiebre y signos de neumonía, así como los nódulos o «tubérculos», de los que deriva el nombre de la infección, entre otros síntomas que a la larga, puede provocar la muerte. La tuberculosis bovina se transmite por el contacto directo con animales infectados o, de forma indirecta, al comer piensos contaminados. El procedimiento a seguir cuando un animal se ha contagiado es: realizar controles a través de pruebas diagnósticas, sacrificar a los animales que den positivo y restringir los movimientos de rebaños contagiados.