La capital española oculta en uno de sus distritos, Carabanchel, un cementerio británico. Su historia comienza en 1854 pero sigue siendo un lugar desconocido en los habitantes de la ciudad, ¿Por qué se creó? Este recinto, ubicado en la calle Comandante Fontanes 7,estaba gestionado por un grupo de británicos residentes en Madrid, actualmente pertenece al Gobierno británico.
El camposanto se construyó con el objetivo de dar lugar a los cristianos no católicos ya que no eran aceptados en otros cementerios. Aunque, con el tiempo se comenzó a dar sepultura a nacionales no británicos incluyendo a luteranos, miembros de la iglesia ortodoxa rusa y griega, judios y de otras creencias. Actualmente en este lugar descansan los restos de algunos de los nombres más destacados de la burguesía extranjera como: Emilio Lhardy o algunos miembros de la familia Loewe.