El hombre, natural de Mali, acusado de asesinar a puñaladas a una mujer -natural de Guinea Ecuatorial- en un asentamiento de Moguer en marzo de 2020 ha reconocido los hechos ante el Tribunal del Jurado en el juicio que se celebra esta semana en Huelva. El acusado se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel por parte del Ministerio Fiscal, que lo considera culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento, ya que llegó a propinar a la víctima hasta 110 puñaladas en diferentes partes del cuerpo.
Así, tras reconocer hombre ser el autor de la muerte de la mujer, así como del delito de hurto del que también se le acusaba -ya que tras matarla sustrajo varios efectos propiedad de la víctima que vendió posteriormente para huir-, la defensa ha rehusado hacer preguntas y Fiscalía ha renunciado a la comparecencia de varios testigos -entre los que se incluían agentes de la Guardia Civil-.
De este modo, aunque se preveía que el juicio durase hasta el miércoles, tanto la defensa como el Ministerio Fiscal presentarán este martes el objeto de veredicto al jurado popular para que comience su deliberación y el caso quede listo para sentencia.
El acusado se enfrenta a una petición inicial de condena de 25 años de cárcel por parte de la Fiscalía por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, así como a la pena de tres meses de multa a razón 10 euros al día por un delito leve de hurto.
El escrito de acusación de la Fiscalía señala que entre el 19 y 20 de marzo de 2020 el acusado, «mayor de edad, sin antecedentes penales y en situación irregular en España», se personó en este asentamiento chabolista de Moguer y «se dirigió a la chabola en la que residía la víctima, de 29 años de edad, natural de Guinea Ecuatorial» y que «se dedicaba a ejercer la prostitución».
De este modo, «sin que conste que tuviera ningún tipo de relación, logró que la misma le permitiera acceder a su interior, ya que debido a la profesión que ejercía era usual que recibiera a personas del género masculino en su vivienda» y «una vez dentro, por motivos desconocidos, de manera súbita e inesperada, se abalanzó sobre ella, la golpeó fuertemente y la tiró al suelo, quedando ésta tendida boca abajo con la cara girada hacia la derecha, posicionándose sobre ella, inmovilizándola totalmente con su peso» quedando «inhabilitada de cualquier tipo de defensa».
Prosigue el escrito señalando que «con ánimo de acabar con la vida» de esta mujer «y además infringirle para ello el mayor dolor posible sometiéndola a padecimientos innecesarios y a un sufrimiento más intenso que el que se requería para causarle la muerte», sirviéndose de un cuchillo que portaba con hoja de acero de 15 centímetros de longitud y 2,9 centímetros de anchura «y, de manera reiterada, le propinó múltiples cortes, incisiones, laceraciones y heridas principalmente en la cara, en el cráneo, cuero cabelludo, abdomen, espalda y mano derecha«.
La Fiscalía sostiene que, además, le clavó un tenedor «bajo la región glútea», hasta que «finalmente acabó con su vida haciendo uso igualmente de la mencionada arma blanca apuñalándola por la espalda en el corazón». «El número total de heridas que sufrió la víctima ascendió hasta la cantidad de 110 localizadas en las distintas partes del cuerpo, siendo la mayoría en el polo superior del mismo».
La causa de la muerte de la mujer fue «un shock hipovolémico secundario a herida penetrante cardiaca por arma blanca», si bien el escrito indica que «desde que el acusado comenzó a agredir a la misma hasta que se produjo su muerte, ésta sufrió diversas lesiones».
El cuerpo sin vida de la mujer fue hallado la tarde del día 23 de marzo de 2020, siendo el acusado detenido en Sevilla el día 2 de junio de 2020 «tras haber huido y haber intentado sustraerse a la acción de la justicia«. El investigado pasó a disposición judicial el día 5 de junio de 2020, acordando el Juzgado de Instrucción número 2 de Moguer la prisión provisional comunicada y sin fianza, prorrogada el día 10 de mayo de 2022 por auto del mismo juzgado por un tiempo de hasta dos años.