El Partido Regionalista de Cantabria (PRC) no se ha repuesto de la debacle tras pasar de ser primera fuerza en 2019 hasta convertirse en tercera en las autonómicas del pasado 28M que apuntaron una mayoría del PP y Vox.
Para evitar la entrada de estos últimos, el eterno Miguel Ángel Revilla ofreció una abstención a los ‘populares’ mientras afilaba las garras con su socio habitual, el PSOE, que ha posibilitado los 16 años del regionalista como presidente.
El presidente regional en funciones, esquivando una vez más la autocrítica, ha afilado sus cuchillos contra los socialistas al reciclarse como analista estatal en vez de abordar lo que ha llevado a su partido al hundimiento.
Revilla en su última legislatura ha visto como su consejero de Obras Públicas (José Luis Gochicoa) dimitía por la corrupción que anidaba en la consejería, ha fumado en un restaurante en plena pandemia, ha cantado sin mascarilla ante un enfermo de un hospital, y ha lamentado en mil y una ocasiones que Pedro Sánchez no le perdonase que el PRC no le apoyase en la investidura de 2020.
A esta decisión motivada por la presión mediática que se desató tras el pacto de PSOE y Unidas Podemos con fuerzas independentistas se aferra Revilla para alejarse de Sánchez, al que sin embargo el único diputado del PRC en el Congreso, José María Mazón, ha apoyado en más del 80% de sus propuestas.
«LA GENTE NO SE EQUIVOCA»
Revilla asegura que la «marea azul» arrolló al PRC y afirma que los resultados no le han entristecido: «Yo estoy contento, y no es una pose, me veo bien. Hasta aquí hemos llegado y, en política, en las euforias hay que contenerse y cuando hay una derrota hay que asumirla; la gente no se equivoca».
El presidente en funciones decía en campaña que el PP y Vox eran «lo mismo», pero ya se ha apresurado a ofrecerle la abstención a la candidata ganadora, la ‘popular’ María José Sáenz de Buruaga, y a desvelar la buena relación que tiene con Alberto Núñez Feijóo.
FALTA DE MEMORIA
El eterno Revilla carga contra la corrupción de Zarzuela mientras no asume responsabilidades por la del Gobierno de Cantabria, se muestra como un demócrata convencido a pesar de las arengas en favor del «pensamiento joseantoniano» que lanzaba cuando era estrella del Sindicato Vertical franquista, o carga contra Podemos, olvidando que los morados posibilitaron su regreso al poder en 2015.
Sobre Feijóo se reía en campaña porque no llenó un acto que protagonizó en Santander y ahora se muestra feliz porque recibió una llamada suya: «Simplemente me dijo que sentía mucho, bueno, supongo que no lo sentía, estaría encantado, pero era una cortesía».
Revilla tiene al PRC en crisis, ya que su horizonte regionalista sin su fundador es sombrío y ni siquiera tiene un relevo de garantías. Pero, a pesar de ello, parece mostrarse más preocupado por la situación del PSOE.
«A mí me preocupa cómo ha dejado el partido Sánchez porque es tierra quemada. La prepotencia no es buena, ni creerse un genio. Ha tenido de gurú al señor Tezanos que te da encuestas para desayunar feliz pero no son reales», señala. Sobre el 23J pronostica que «Pedro (Sánchez) se va».
Y añade: «A lo mejor estoy equivocado, pero yo creo que él sabe que tiene imposible ganar estas elecciones, las ha convocado cuanto antes para evitar cuatro o cinco meses de sufrimiento con el socio, donde le iban a culpar de lo que ha pasado, de que le pidan elecciones todos los días».
También se muestra preocupado por el poderío que previsiblemente disfrutará Vox: «Si las teorías de Abascal se impusieran en ese hipotético gobierno, tendríamos un gran problema en España porque Cataluña y País Vasco son dos identidades que hay que respetar».