El director general de Emergencias y Gestión de Crisis del Ministerio de Transportes, Rubén Eladio López, está en el punto de mira de sus compañeros, pero el partido le defiende. Este alto cargo nombrado por José Luis Ábalos es la obsesión de los demás altos mandos de Transportes porque quieren cesarle cuanto antes, especialmente de David Lucas, el flamante secretario de Estado de Transportes. La razón tiene que ver con el Delcygate y ese momento clave por el que la Guardia Civil cercó el avión de la número dos de Venezuela mientras Ábalos se acercó presuntamente con las maletas. La única razón por la que aguanta es porque tiene algún «ángel» en el partido que da la cara por él. El PSOE no le quiere fuera hasta que pasen las elecciones porque no quiere «agujeros» que le traiga problemas en plena campaña. Pero Rubén Eladio López no tiene amigos suficientes.
El director general de Emergencias y Gestión de Crisis del Ministerio de Transportes es famoso en la Policía Nacional por su pasado como subinspector y por algunas otras relaciones con el caso Villarejo. De cualquier modo, este hombre de confianza de Ábalos está en el punto de mira del secretario de Estado de Transportes, David Lucas, porque entiende que no es la persona adecuada para tener en el ministerio. Pese a que Raquel Sánchez cogió las riendas de este área de Gobierno tras la salida de José Luis Ábalos, lo cierto es que todos los altos cargos nombrados por quien también fue secretario de Organización del PSOE se mantuvieron en su puesto de trabajo. Rubén Eladio López se ha mantenido a flote en el Gobierno y sobretodo tiene padrinos en el PSOE que aún tienen algo que decir sobre si echarle o no. Pero el empeño de David Lucas está y la decisión de no renovarle también.
Rubén Eladio López siempre ha sido uno de los directores generales más polémico dentro de Transportes. Para muchos es sorprendente que no le hayan cesado junto con Ábalos, como sí pasó con Koldo García Izaguirre. Sin embargo, ahí sigue incluso aunque el flamante secretario de Estado de Raquel Sánchez está obsesionado con cesarle de forma inmediata. Fuentes de Transportes insisten en que la razón por la que no le han sacado de su puesto tiene mucho que ver con el Delcygate y con el hecho de que Rubén Eladio López controlaba las cámaras del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Lo que hubiera en esas cámaras nadie se atreve a confirmar de forma oficial, aunque off the record sí que lanzan algunas acusaciones.
Es vox populi en Transportes que Rubén Eladio López tiene un padrino en el PSOE que le ha mantenido a flote todo este tiempo. Este director general, famoso entre otras cosas por ayudar a destapar el caso Villarejo en sus investigaciones como subinspector de Asuntos Internos, lleva desde el principio en el Ministerio de Transportes y no ha conseguido hacer amigos con la nueva administración. El policía incluso ha llegado a protagonizar gracias a sus órdenes fuertes enfrentamientos entre la Guardia Civil y los vigilantes de seguridad del ministerio por haberles pedido que no dejaran pasar a los agentes, según cuentan fuentes del cuerpo, con la pistola y sin entregar su DNI. La oleada de filtraciones no ha ayudado a que Rubén Eladio López haga más amigos.
Los recuerdos del Delcygate y ese caso por el que Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, trajo presuntamente oro a España para que José Luis Ábalos lo recogiera en maletas desde Barajas sigue dando coletazos en el Ministerio de Transportes. Tanto es así, que cada vez que se ve a un alto cargo de Ábalos en la administración pública se asocia con este evento tan dañino para la imagen del Gobierno. Que Rubén Eladio López tuviera un control importante sobre Barajas, especialmente sobre sus cámaras y todas las grabaciones de vídeo, ha dejado volar la imaginación de muchos y la certeza de fuentes de la Guardia Civil. La realidad y lo que constatan desde el PSOE es que la razón por la que el secretario de Estado de Transportes, David Lucas, no ha conseguido cesar al director general de Emergencias y Gestión de Crisis del Ministerio de Transportes es porque tiene un padrino en el PSOE. Uno o varios. Y todos con intereses en que no salga nadie de los cargos de confianza de Ábalos en Transportes.