Las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo han derrumbado al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El país se ha teñido de azul y ha dejado claro en que lado se encuentra actualmente la mayoría política local. El principal afectado de estos comicios ha sido el partido que gobierna en la nación, que no solo ha perdido 15 de las 22 capitales de provincia en las que gobernaba, sino que también ha perdido el poder de la oposición en la Comunidad de Madrid.
Juan Lobato sufrió el sorpaso de Mónica García cuando el escrutinio de votos ya llevaba contabilizadas más de la mitad de las papeletas. Finalmente, Más Madrid ha sobrepasado al PSOE del ex alcalde de Soto del Real por una diferencia de poco más de 5.000 votos. Un número pequeño pero más que suficiente para que en el seno del partido socialista madrileño se planteen una «revolución interna» con la que eliminar al representante de su papel de número uno de la formación autonómica.
Juan Lobato se presentó como la alternativa moderada de la izquierda. Así lo demostró en los debates televisados, en los que centró sus intervenciones en eliminar del debate político las crispaciones y recuperar las medidas como promesa electoral. Sin embargo, su papel «templado» no le ha servido al PSOE de Madrid para liderar la oposición y, según fuentes internas del partido, el político «no ha conseguido sus objetivos». Es por esto que los mismos integrantes del partido «van a pedir encarecidamente la vuelta de Mercedes González».
El PSOE de Madrid quiere de vuelta a Mercedes González
Ya durante la campaña electoral de Juan Lobato y de la ex ministra de Industria Reyes Maroto, el PSOE madrileño había expresado sus dudas sobre la resistencia y la fuerza de estas dos candidaturas. Por un lado, la candidata a la alcaldía de Madrid ha jugado en su contra su posición de «paracaidista» y una campaña que ha sido fuertemente criticada desde las voces internas del partido. El hecho más claro de los problemas electorales de Reyes Maroto fue la declaración que hizo Enma López, su jefa de campaña, que publicó The Objetive y que aseguraba que esta había asegurado que «no tenía ni candidata ni presupuesto».
Desde el escalón autonómico, Juan Lobato tampoco ha mejorado las expectativas del PSOE en la Comunidad. Aunque el candidato estuvo presente en todos los debates posibles, con una actitud accesible a los medios y a los votantes, y con una campaña que estaba gustando en el seno interno de Madrid, la realidad es que no ha sido suficiente ni para recuperar los resultados de Gabilondo de 2019, ni para posicionarse como segunda fuerza de la Asamblea.
Por esto, desde el seno de los socialistas madrileños están pidiendo la vuelta de Mercedes González, la actual directora general de la Guardia Civil, que ocupó el cargo hace apenas tres meses, en marzo de 2023, pero sigue presente en las filas del PSOE. De hecho, habría sido la candidata a la autonómicas de la Comunidad si no hubiera sido por su nombramiento en los cuerpos policiales. En el grupo están visiblemente molestos no solo por estas decisiones, sino porque el paso del tiempo ha demostrando que no parece que hayan sido buenas decisiones dado el rédito electoral reflejado en los resultados.
Juan Lobato no cumple sus objetivos, según el PSOE de Madrid
A pesar de las intenciones de Juan Lobato, el candidato no ha conseguido levantar el PSOE de Madrid como esperaba. Sí que es cierto que, en comparación con los resultados de 2019, el ex alcalde ha conseguido tres escaños más, subiendo de 24 a 27 representantes en la Asamblea. Sin embargo, no solo no ha conseguido ser la principal fuerza de la oposición sino que además ha perdido votos en relación a hace tres años, perdiendo hasta a 3.000 votantes. Por tanto, el hecho de haber sido parte activa de la expulsión de Mercedes González no le ha acompañado en lo resultados.
Por ahora, con el nuevo anuncio de las Elecciones Generales, la propuesta que las filas internas del PSOE madrileño le quieren hacer a Mercedes González, supone también enfrentarse a la decisión de Pedro Sánchez, quien ha decidido marcar su recta final antes de tiempo y disolver las Cortes Generales como consecuencia del declive de su partido en todo el territorio nacional. Por tanto, hasta el 23 de julio todos los movimientos políticos que se hagan en el interior de los partidos, así como en las relaciones entre ellos, pueden ser clave para estos comicios adelantados.
