La agenda de la embajadora enviada por Nicolás Maduro a España está repleta de actividades para promocionar a la dictadura en territorio europeo y el más reciente encuentro de la diplomática Coromoto Godoy fue justamente recibir en la sede de la embajada a los miembros del Movimiento de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, con cuyos líderes se tomó una foto que subió a sus redes sociales.
Mientras la diplomática publicó en sus redes sociales que se había reunido con la familia Aranda Pérez, y los identificó sólo como unos compatriota más en España, sin ofrecer mayores detalles, dentro del Movimiento se encargaron de difundir información sobre la reunión que sostuvieron con Godoy en la sede diplomática.
El Movimiento de Solidaridad con la Revolución Bolivariana agrupa a por lo menos 19 organizaciones chavistas en España que se encargan de difundir informaciones relacionadas con la dictadura venezolana. En esta oportunidad difundieron un comunicado en el cual señalaban que en su encuentro con la embajadora enviada por Nicolás Maduro para hablar sobre las sancione impuestas contra los funcionarios del régimen chavista por parte de la Unión Europea y la captura por parte de Estados Unidos del empresario colombiano Alex Saab, a quien la dictadura venezolana ha intentado defender en el mundo entero con el discurso de que se trataba de un diplomático venezolano.
«La revolución bolivariana es garante de democracia, participación popular y protección para los más humildes y el Movimiento de Solidaridad desde el Estado español, la acompaña en la lucha por un mundo multipolar, de respeto a la soberanía de las naciones y al derecho internacional», señalo la organización chavista a través de un comunicado que difundieron a los medios de comunicación. Estos chavistas radicados en España hicieron referencia a las sanciones impuestas contra los funcionarios del chavismo, calificando la acción de la Unión Europea como un «bloqueo».
«El Movimiento de Solidaridad expresó su voluntad de redoblar el compromiso de seguir trabajando por el cese del criminal bloqueo impuesto contra Venezuela, que se viene imponiendo desde el año 2015, con la implantación de más de 900 medidas coercitivas unilaterales que afectan gravemente el derecho al desarrollo soberano y los derechos humanos del pueblo venezolano», señaló el gremio de chavistas tras la reunión con la enviada especial de Nicolás Maduro que la semana pasada presentó las cartas credenciales ante el Rey Felipe VI en Madrid, tras haber llegado como representante de la diplomacia venezolana desde noviembre del año pasado.
El régimen de Nicolás Maduro ha decidido darle un vuelco a la diplomacia y reactivar sus relaciones internacionales, con la intención de darle legitimidad al dictador venezolano que no es reconocido por más de 60 países que lo desconocieron tras el fraude electoral cometido por el chavismo en 2018 y que derivó en el reconocimiento del exdiputado Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
La misión que le encomendaron a Coromoto Godoy fue precisamente la de comenzar a establecer los contactos necesarios para reactivar las relaciones de Venezuela con la Unión Europea. La meta más próxima será lograr que Nicolás Maduro y su delegación puedan acudir a la cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), que se celebrará en julio en Bruselas y que sería la primera victoria de la diplomacia chavista de los últimos meses.
Sin embargo, ya desde el Parlamento Europeo las delegaciones han alertado sobre las inconveniencias de permitir que los representantes de Cuba, Venezuela y Nicaragua acudan a esta cumbre que marcaría el inicio de la presidencia de España en la Unión Europea y que, de hecho, se enlaza con la visita del Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell a Cuba, que también ha generado molestias en algunos miembros del Parlamento Europeo, por no tener en agenda ningún tema relacionado con la violación de derechos humanos y los presos políticos del régimen de Raúl Castro.
El chavismo está moviendo sus hilos en Europa con la intención de intentar que las sanciones que han sido impuestas y ratificadas desde 2015 contra sus funcionarios sean levantadas y para ello Nicolás Maduro envió a Coromoto Godoy, con quien mantiene una cercana amistad y a quien le encomendó la labor de establecer los contactos necesarios para abrirle las puertas de la Unión Europea a la dictadura venezolana, «normalizando» lo que sucede en el país suramericano y promocionándose como un gobierno democrático.