Desde hace poco más de dos semanas, exactamente desde que se autorizó solicitar y votar por correo, la ciudad autónoma de Melilla está bajo sospecha de amaño electoral. Votos robados, carteros escoltados por policía y guardia civil y la sospecha del compró de unos 10.000 votos planea sobre está ciudad española situada en el norte de África.
La ciudad autónoma tiene un censo algo menor a los 56.000 votantes y está claro que la manipulación de 10.000 votos variaría el signo del ganador en una zona con un valor incalculable por su situación geográfica, y que además es reclamada por Marruecos. Melilla tiene una paz social débil puesto que la ciudad cuenta con varios grupos de narcotraficantes actuando sobre ella y junto al siempre latente peligro yihadista hacen difícil el trabajo policial en la zona.
Pero este problema no es algo nuevo, la sombra del fraude electoral con el voto por correo es un viejo fantasma que recorre Melilla de forma habitual en cada cita electoral. Pero esta vez la grandeza del fraude y la el descaro del robo de alguno de los votos, con asaltos a furgones de correos incluido, han disparado las alarmas de las autoridades y de los políticos de la península.
Y es que la magnitud de esta presunta trama de compra de sufragios es tal que ha dibujado un escenario de total incertidumbre ante los resultados que se obtengan el próximo 28 de mayo. Algunas fuentes sitúan que el voto por correo de la ciudad autónoma equivale a un 20% del total del que se escrutará, es decir, que 11 escaños de los 25 que tiene la asamblea melillense están bajo sospecha de fraude. A estas horas desde Correos solo se han validado algo menos de 1000 votos.
Según estas cifras el voto por correo en Melilla supone un 21% del total del des escrutinio, mientras que en el restos de España es de un 3,5%, un dato que supone que en la ciudad africana se vota siete veces más por correo que en el resto del territorio español. Unos datos misteriosos que desde hace lustros tienen a la policía pendiente de esta forma de votar.
MEDIDAS DE LA JUNTA ELECTROAL CENTRAL
Ante tales circunstancias, la Junta Electoral Central (JEC) ha tomado la medida de exigir el DNI o la identificación personal a todo aquel que lleve la papeleta a las oficinas de Correos, una medida que se ha extendido a toda España y no solo a la ciudad autónoma ante la posibilidad de que los involucrados en la trama puedan depositarlas en oficinas de otras localidades del territorio nacional.
Esta mediada han despejado las colas que estos últimos días había en las diferentes oficinas de correos de la ciudad autónoma. La mediada ha sido pedida de manera separada por el Partido Popular y Vox.
Ante todas estas circunstancias, cabe recordar que se han sustraído 43 documentaciones electorales durante su traslado a los votantes por diferentes repartidores de Correos, todas ellas pertenecientes a votantes asignados a mesas de Melilla. Y tras esta sucesión de robos, los carteros de Correos han repartido la documentación electoral con custodia policial, algo inaudito para una democracia de la Unión Europea.
MUSTAFÁ ABERCHÁN Y MARRUECOS EN EL PUNTO DE MIRA DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD
Hasta el momento los indicios que la policía ha recabado en la investigación sobre la compra y manipulación de votos por correo en Melilla apuntan a Mustafá Aberchán, líder de Coalición por Melilla (CPM). Si bien es verdad que de manera oficial el juzgado de Instrucción número 2 de Melilla el que lleva las pesquisas en un sumario secreto y, a pesar de las sospechas policiales, Aberchán no aparece como investigado en la causa de momento.
«Llevamos más de ocho años investigando esta trama, este problema no es de ahora», responde un miembro de información de la Guardia Civil a este medios. «¿Quién está detrás de ello?, pues lo intuimos pero es difícil demostrarlo pero todo el mundo sabe donde mirar, no hay que tirar mucho del hilo para ver quien financia esa compra. La ciudad es un polvorín y va a estallar», asevera esta misma fuente.
Y claro está esas sospechas sin decir el nombre del supuesto inductor de la trama han hecho mirar al sur de la frontera española. Según una información publicada en El Confidencial este sábado 20 de mayo el CNI y la Guardia Civil investigan la supuesta participación y financiación de la compara de votos en esta ciudad.
El supuesto objetivo de Marruecos sería favorecer a Coalición por Melilla, la entidad dirigida por Aberchán y de corte musulmán. «Tener musulmanes dominando ciertas instituciones de Melilla acerca supuestamente el propósito marroquí de hacerse con la soberanía de la ciudad», comenta la misma fuente policial.
Cabe recordar que Aberchán fue condenado por la Audiencia Provincial junto al ex secretario general del PSOE de Melilla Dionisio Muñoz a dos años de prisión para cada uno, a 30 meses de inhabilitación especial y al pago de unos 9.000 euros, por el llamado «caso voto por correo» por el que se ha juzgó la compra de votos en las elecciones generales de 2008 en la que ambos partidos iban en coalición, en la actualidad las últimas actuaciones de la CPM la sitúan en la órbita de Sumar, la propuesta electoral que Yolanda Díaz está preparando para las próximas generales.
