El Ejército de Tierra y el resto de las ramas de nuestras fuerzas armadas operan todavía un gran número de vehículos Santana Aníbal y Nissan Patrol, con muchos años y muchos kilómetros encima. Su necesario reemplazo se afronta ahora en el marco de este nuevo periodo inversor que atraviesa el ministerio de Defensa. Es el largamente esperado acuerdo marco para la adquisición de un nuevo vehículo militar todo terreno (VMTT) de una tonelada de carga para las fuerzas armadas.
Será un programa que vendrá a paliar las actuales carencias derivadas de las pobres prestaciones del Santana Aníbal en los tres ejércitos y cuyo reemplazo dotará también a la Guardia Civil. El Aníbal se adquirió en gran número a comienzos del siglo XX, en una decisión política del entonces ministro de Defensa José Bono, para paliar la crisis que afectaba a la fábrica de Linares, en Jaén. Si bien los prototipos y los primeros vehículos de serie dieron muy buenos resultados y parecía que gracias a la exportación se conseguiría salvar el empleo industrial en la comarca, los vehículos de serie mostraron unas deficiencias muy graves. Esto hizo que el vehículo tuviera unas muy pobres ventas, fuera de las fuerzas armadas españolas, y acabó causando el cierre de la factoría de Linares en 2012. La consecuencia es la ciudad con el índice de desempleo más alto de España. Un intento fallido de salvar una industria de defensa española.
Un vehículo comercial militarizado
Para su reemplazo y según parece desprenderse de los pliegos publicados por el Ministerio de Defensa y el Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra las preferencias señalan hacia un vehículo de origen comercial adaptado a tareas militares. Parece que este acuerdo marco apunta hacia la adquisición de un vehículo de origen civil militarizado, para tareas fundamentalmente logísticas, con una aceptable capacidad todo terreno, pero no diseñado en origen con estándares puramente militares, ni con carácter cien por cien táctico.
Se trataría, pues, de vehículos comerciales modificados con un coste de adquisición y sostenimiento menor, por tanto, a los de un todo terreno estrictamente militar. Algunos extractos de los pliegos del acuerdo marco, que contribuyen a reforzar esta interpretación son la mención a que “se primará la utilización de elementos comerciales”, o el requisito de que los sistemas eléctricos “funcionarán al voltaje del vehículo comercial del cual derive”.
En los últimos años, las tres ramas de las fuerzas armadas, incluyendo la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Guardia Civil han adquirido para cubrir necesidades concretas, cantidades limitadas de vehículos todo terreno civiles con ciertas adaptaciones. Algunos de ellos son los Nissan Navara, Terrano o Pathfinder, Toyota Land Cruiser o Volswagen Amarok.
Se trata de vehículos que han sido adquiridos para tareas principalmente logísticas, con algunas adaptaciones, pero no aptos para misiones militares en entorno fuera de pista y que necesitan combustible diésel comercial para obtener el máximo rendimiento de sus plantas propulsoras. Las características técnicas y económicas reflejadas en el pliego de condiciones de este acuerdo marco hacen pensar que se va a optar por aplicar esta línea, cubriendo de forma rápida la flota de vehículos todo terreno en base a vehículos comerciales modificados, con un nivel de prestaciones 4×4 aceptable, y con un coste de adquisición y sostenimiento más bajos que los de los vehículos de diseño puramente militar.
La oferta de UROVESA
Aun así, empresas españolas como la gallega UROVESA no pierden la esperanza y optan a este contrato con un vehículo de diseño puramente militar. Los de Santiago de Compostela equipan desde hace tiempo a nuestras fuerzas armadas con los Vehículos de Alta Movilidad Táctica (VAMTAC). Todo un éxito de ventas dentro y fuera de España. Para este nuevo acuerdo marco la industria gallega ha desarrollado un prototipo basado en el VAMTAC, pero simplificado, para adaptarse a los requisitos que marcan los pliegos publicados por el Ministerio. Sin blindaje y con otras modificaciones que disminuyen su coste de producción y mantenimiento el vehículo de UROVESA presenta batalla en este concurso.
Este asunto cobra aún más relevancia al coincidir con FEINDEF, la feria nacional de la defensa, que se celebra estos días en IFEMA Madrid, donde algunos de los candidatos están presentes. Los hay fabricados por la industria nacional y también otros de fabricantes internacionales pero representados por empresas españolas. También optan al concurso modelos civiles modificados por experimentados carroceros nacionales. Es aquí, en FEINDEF, donde UROVESA ha traído el prototipo que presentará a este concurso, como puede verse en la fotografía que acompaña a esta noticia. Solo el tiempo dirá quién se queda con este suculento contrato.