El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, tiene a prácticamente todo el PSOE en contra. Se la juega este mayo y si no consigue sumar para seguir en la presidencia de la autonomía, se irá fuera. Su campaña no está siendo especialmente brillante y los resultados de las encuestas están más ajustados de lo que le gustaría al barón socialista. Sin embargo, sabe que el PSOE más «sanchista» le ha dado un ultimátum: o gana las elecciones o se irá fuera. Sus constantes faltas de respeto al presidente del Gobierno le han salido caras y ahora está a la expectativa de lo que pueda pasar. Pero sabe a ciencia cierta algo que confirman fuentes de Ferraz: si no consigue renovar la presidencia, le sacarán de la cabeza del PSOE de Castilla-La Mancha.
Ver al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, pasear por las calles de las ciudades manchegas es un espectáculo. «Parece el presidente de Estados Unidos», comentan entre risas fuentes del PSOE que insisten en que el presidente autonómico ha perdido un poco la noción de la realidad. Los escoltas, los coches oficiales e incluso el vestuario te invitan a pensar que más de García-Page es Barack Obama, algo que desde el PSOE se ha comentado entre risas en más de una ocasión. Estas voces son de Ferraz y comulgan con la doctrina de Pedro Sánchez, pero sobretodo no entienden cómo el barón socialista ha estructurado toda su campaña en torno a las críticas a su presidente. Pero todos estos comentarios han empujado a la directiva socialista (especialmente por orden de Moncloa) a buscar la forma de sacar al barón socalista más incómodo.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lo sabe, pero tampoco tiene mayor pretensión porque se ha mantenido fiel a las críticas que ha lanzado al presidente del Gobierno desde que llegó al liderazgo de esta importante comunidad autónoma. Las encuestas no son del todo malas, porque García-Page podría gobernar con el apoyo de Unidas Podemos, tal y como se desprende de las encuestas. Los últimos sondeos son favorables, pero ajustados. Y García-Page sabe que se la juega a un todo o nada. Si consigue sumar con Unidas Podemos, aguantará cuatro años más para sus desfiles al más puro estilo Obama por Cuenca. Sin embargo, si no lo consigue, en Ferraz tienen preparado el cuchillo para buscarle sustituto. García-Page es consciente de ello, tal y como aseguran las fuentes de Ferraz, pero prefiere jugar con fuego antes que cambiar su discurso.
García-Page tiene unos resultados muy inciertos. El CIS le da entre 16 y 22 escaños. Actualmente tiene 19, por lo que parece que no ha perdido fuerza. Sin embargo, hay otras encuestas que le dan unos resultados no tan alentadores que invitan a pensar que podría quedarse lejos de esa mayoría necesaria para ser investido de nuevo presidente de Castilla-La Mancha. Por lo pronto, la campaña la realiza solo y con poco apoyo del Gobierno. Y ni mucho menos Pedro Sánchez tiene intención de volcarse con la campaña de este presidente después de meses de críticas duras hacia el Gobierno y hacia su líder socialista.