Sol se le queda corto. El consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, tiene claro que el puesto en el que está se le queda pequeño. Lleva tiempo intentando saltar del ámbito autonómico al nacional, pero no lo consigue. Sus intentos por «retocar» la sanidad pública junto a Esperanza Aguirre no le salieron bien y desde entonces se fue al ostracismo político. Miguel Ángel Rodríguez le rescató y ahora cree que tiene opciones de subirse al carro en el que siempre quiso estar: el de Moncloa. Fuentes de Sol dejan claro que Lasquetty está obsesionado con buscar formas de coincidir con Alberto Núñez Feijoo para trabajarse al presidente del Partido Popular y conseguir así su gran objetivo. Para Lasquetty, la Comunidad de Madrid no es suficiente y quiere ser ministro de Hacienda. Sabe que Feijoo tiene un círculo pequeño y espera ser la cuota que use el presidente del Partido Popular para contentar al PP de Madrid.
El PP ya está echando cuentas, pero con timidez. El problema es que Lasquetty está imitando la práctica de Enrique López, consejero de Presidencia, Justicia e Interior, que se acercó en exceso a Pablo Casado para ver si así sonaba la flauta y podía alcanzar el Ministerio de Justicia. Lasquetty, según fuentes de Sol, está convencido de que tiene mucho más que aportar en el Gobierno que en la Comunidad de Madrid. De hecho, ese comentario de que se le queda pequeña esta autonomía lo confirman diferentes fuentes. Lo curioso es que ahora que se acercan las elecciones, el consejero de Hacienda está buscando formas de acercarse a Feijoo sin llamar la atención de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
LA CUOTA: LASQUETTY
Feijoo tiene un problema. Solo se mueve en un núcleo muy cerrado en el que haber trabajado en la Xunta de Galicia sumado a ser gallego es clave. Lasquetty se mueve en otros círculos y viene de un PP más liberal que poco tiene que ver con el nuevo Partido Popular de Alberto Núñez Feijoo. El consejero de Hacienda intenta llegar al presidente del PP pero con discreción. Fuentes del Partido Popular tienen claro que a Isabel Díaz Ayuso no le convence demasiado la idea de que sus consejeros se acerquen a sus espaldas a Feijoo para ver si mejoran su posición. Pero el caso de Lasquetty se ha convertido en vox populi pese a que ha intentado llevarlo de una forma poco llamativa. El consejero quiere hacer lo mismo que hizo Enrique López, pero con un estilo diferente.
La obsesión de Lasquetty no es solo la de ser ministro, sino la de aprovecharse de una realidad política que llegará siempre y cuando Feijoo pise la Moncloa tras las elecciones generales. El presidente popular tendrá que pagar tributo a las delegaciones territoriales, desde Andalucía hasta el PP de Madrid pasando incluso por Castilla y León. Lo que espera el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid es que el tributo que pague al PP de Madrid sea nombrarle ministro de Hacienda. Sin embargo, todos estos movimientos que ha hecho a espaldas de Ayuso no han gustado demasiado en Sol y podría haberse puesto una diana en la espalda sin quererlo. Por lo pronto, son pocos los consejeros que permanecerán en la Comunidad de Madrid tras las elecciones. Y Lasquetty de momento se ha librado pese a que tiene el ojo puesto sobre él. Tiene que andar con cuidado dados los antecedentes de otros consejeros como Enrique López, que acabaron dejando el partido por no haber sido leal a la doctrina impuesta por Isabel Díaz Ayuso.