Casi medio centenar de entidades que defienden la laicidad en la escuela, entre sindicatos de enseñanza, asociaciones de padres y de estudiantes, han pedido a los partidos políticos, de cara a las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo, que «saquen la religión confesional de la enseñanza, de forma inmediata».
Así lo reclaman en una declaración publicada en el marco de la campaña ‘Por una escuela pública y laica. Religión fuera de la escuela’, y respaldada por entidades como STEs-i Confederación de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza, Europa Laica, la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FE-CCOO), el sector de enseñanza de UGT servicios públicos o la Federación de Enseñanza de CGT, entre otras.
Además, al Gobierno central le piden «la derogación» de los Acuerdos firmados por el Estado y el Vaticano porque consideran que son «la base legal de los privilegios que sigue reclamando la Iglesia católica, especialmente, dentro del sistema educativo».
«Las reivindicaciones se pueden resumir en la derogación de los Acuerdos con el Vaticano y el resto de confesiones religiosas que constituyen un espacio de privilegio principalmente de la Iglesia católica pero cada vez más también de otras confesiones. La religión debe salir del currículum y la educación no es un espacio para el adoctrinamiento», ha manifestado el coordinador de la campaña, Sergio López, del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Madrid, este miércoles, en una rueda de prensa.
Según ha precisado, esta situación «ya no se sostiene» en el marco de una sociedad en el que «los creyentes practicantes se han reducido a la mitad» y en la que ha caído también el porcentaje de alumnos que eligen la asignatura de religión, que ha pasado del «78% en el año 2000 al 57%» en la actualidad.
En la rueda de prensa han intervenido representantes de algunas de las entidades que apoyan la campaña. Así, desde CCOO han denunciado que la Conferencia Episcopal y el obispado «intentan estafar» prometiendo a las familias que «si se apuntan a religión van a salir más a actividades extraescolares fuera de la escuela»; y desde la Federación de estudiantes de Aragón, han opinado que «la única función de la clase de religión es el adoctrinamiento».
Mientras, desde el sindicato Steilas consideran que los colegios concertados deberían «ir desapareciendo»; y por parte de la Asamblea Marea Verde han tachado de «penoso» que en lugar de derogar los Acuerdos, se hayan «igualado los privilegios» con otras religiones.
Las entidades también han mostrado su preocupación por la aplicación de la alternativa que se está dando por parte de las diferentes comunidades autónomas y de los centros, en su autonomía, a quienes no solicitan religión. «Salvo excepciones, muy generalizadamente hay un cierto fiasco y gran desconocimiento sobre esta cuestión», señalan en la declaración.
Preguntados por la equiparación fiscal que ha aprobado el Gobierno para que mormones, budistas, ortodoxos y testigos de Jehová estén exentos de pagar el IBI, al igual que la Iglesia, las entidades impulsoras de la campaña han mostrado su rechazo.
«¿Perspectivas ante las acciones del Gobierno? Nos parece una engañifa que puede llevar en un segundo estadio a reconocer la presencia de esas nuevas religiones –mormones, budistas, etcétera– en los centros educativos», ha avisado el representante de la confederación de STEs.
No obstante, el representante del sector de enseñanza de UGT servicios públicos, ha indicado que «la esperanza es lo último que se pierde» y que, por tanto, seguirán alzando la voz «hasta que se consiga el objetivo final: sacar la religión de la escuela y devolverla a su lugar de origen, las iglesias y las catequesis».