sábado, 23 noviembre 2024

Un grupo de la UCO identifica una nueva proteína que controla la producción del color rojo en las fresas

El grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) ‘Biotecnología y farmacognosia vegetal’, bajo la dirección de Juan Muñoz Blanco, que lleva varios años estudiando la regulación genética de la maduración de las fresas, ha dado un paso más en el conocimiento de este proceso clave al identificar una nueva proteína que interviene en el control de la producción del color rojo de las fresas.

Según detalla la UCO en un comunicado, se trata de una proteína, de las conocidas como factor de transcripción (FaMYB123), que se encargan de activar o reprimir la expresión de otros genes.

El estudio, que forma parte de la tesis doctoral del investigador formado en la UCO Félix J. Martínez-Rivas y se ha publicado en ‘The Plant Journal’, expone que este factor de transcripción se encarga fundamentalmente de la producción de las antocianinas que son los pigmentos que, en el caso de las fresas, otorgan su color rojo tan característico.

Para comprobarlo crearon una planta de fresa transgénica a la que le reprimieron la expresión del factor de transcripción FaMYB123 y lo que vieron es que la cantidad de antocianinas estaba más reprimida en esas plantas transgénicas que en comparación con los frutos normales. Es decir, sin el factor de transcripción descrito, la fresa no produce la totalidad de su color rojo.

Pero esto no lo hace esta proteína sola ya que los factores de transcripción no trabajan aisladamente, sino que se combinan entre ellos. Y, en este caso, el equipo de investigación ha encontrado que FaMYB123 se relaciona con otro factor ya conocido de antes (FabHLH2) que también estaba relacionado con la pigmentación de las fresas. La interacción de ambos contribuye al aumento de la producción de antocianinas durante la maduración.

El estudio, en definitiva, aporta un nuevo conocimiento sobre el control de la maduración de las fresas. Según ha explicado Francisco Javier Molina Hidalgo, del equipo de investigación, «conocer qué pieza del puzzle controla cada parte del proceso de maduración, en este caso, el color rojo, nos permite luego manipularlo genéticamente o usarlo como herramienta en los programas de ‘breeding’ en los que se mezclan diferentes variedades para tener otras nuevas».

Conocer con más detalle cómo las fresas maduran es clave en un país como España que es el principal productor europeo de fresa, con la provincia de Huelva a la cabeza.