El deseo sexual es el impulso que nos motiva a relacionarnos y querer intimar con otras personas. Es una emoción compleja y puede variar mucho entre individuos. En el caso de los hombres, con el paso del tiempo y por un proceso natural de envejecimiento, disminuye la producción de testosterona, que es la hormona que regula el deseo sexual.
Sin embargo, la testosterona no es el único factor que influye en la libido y el vigor masculino. El estado emocional y el entorno también pueden causar una disminución del deseo. Problemas tan habituales como el estrés, la ansiedad o la depresión, pueden aniquilar de raíz cualquier atisbo de lujuria y dejar al hombre que los sufre sin esa chispa sexual que le hacía sentir tan vivo.
1UN ESTUDIO LO CONFIRMA: EL DESEO SEXUAL ES SALUD
La falta de deseo sexual puede provocar sensación de decaimiento, especialmente si está acompañado de otras preocupaciones. Pero la cosa puede ir más allá, tal y como sugiere un reciente estudio realizado por el Departamento de Salud Pública e Higiene de Japón y publicado en el medio PLoS One.
Según los resultados de este estudio, una disminución de la libido en hombres puede tener efectos letales, ya que la falta de deseo sexual puede llegar a aumentar el riesgo de mortalidad. Los datos recopilados parecen indicar que los hombres que mantienen un elevado deseo sexual hasta edades avanzadas presentan una mayor esperanza de vida que los que sufren una disminución de su libido.