La estrategia de Podemos para sobrevivir en España consiste en «cosechar» lo sembrado por Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero en la «reconquista» de América Latina para que los españoles residentes en esos países den la cara por ellos y los ayuden a mantenerse a flote en el mapa político del país y ahora pretenden buscar militantes en Ecuador y los demás países donde tienen representación para que acudan a las sedes consulares a «cuidar» los votos.
La dirigencia del partido dirigido por Ione Belarra e Irene Montero ha lanzado una convocatoria a través de las redes sociales de su círculo en Ecuador, acompañado de un enlace que dirige directamente a la página del partido, para que los simpatizantes latinoamericanos se registren y puedan ser contactados por la organización para acudir a las sedes consulares entre el 20 y el 25 de mayo para las jornadas de votación para las elecciones autonómicas y municipales.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en Ecuador hay 42.211 españoles habilitados para ejercer el voto, por lo que Podemos intentará ganarse la simpatía de la mayoría con la intención e capitalizar esos votos a su favor, para impulsar sus candidaturas en las Comunidades Autónomas donde pretenden obtener representación.
Sin embargo, desde el partido morado saben que lo tienen complicado no solo en España, donde ya las encuestas los ubican como la quinta fuerza política del país, inclusive por detrás de Sumar, la plataforma creada por la vicepresidenta segunda de Gobierno, Yolanda Díaz, que irrumpió en el escenario político desplazando a Podemos, que atraviesa una crisis de liderazgo que los mantiene en un dilema debido a que tienen aspiraciones de conservar las cuotas de poder que han conseguido al formar parte del Gobierno de Pedro Sánchez y la coalición, pero al mismo tiempo saben que en las provincias no cuentan con el arrastre suficiente para poder conseguir cifras de representatividad como las obtuvieron en las elecciones pasadas.
Dentro del partido están enfocados en tratar de convencer a los votantes de la izquierda que está regada por fuera de España, pues saben que en el el mundo entero hay 2 millones de españoles y que en su mayoría tienen afinidad por la izquierda, pero que no necesariamente están con el PSOE, por lo que están tratando de agilizar el proceso de captación antes de que Yolanda Díaz comience a movilizar a sus formaciones en el exterior.
El énfasis lo quieren hacer especialmente en América Latina, donde se ha instalado la izquierda en los gobiernos y donde Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias e Irene Montero llevan meses movilizando grupos de apoyo, a través de la organización de encuentros con grupos políticos y feministas, a los que no han dejado de «venderles» el proyecto político de Podemos.
De hecho, esta misma semana la fracción de Podemos en Argentina envió una carta a la embajadora de España en ese país, para exigirle que se habiliten más centros de votación en los viceconsulados de todas las provincias para darle oportunidad a más españoles de poder participar en las elecciones del 28 de mayo, pues justamente Argentina es el país que tiene más españoles habilitados para ejercer el derecho al voto, porque de acuerdo con las estadísticas del INE, habrían más de 420 mil ciudadanos registrados.
Toda esta movilización impulsada por Podemos tiene además el plus de que la nueva Ley electoral ya no contempla el voto rogado, tal como existía antes, que consistía en que si un ciudadano residente en el exterior quería ejercer su derecho al voto, debía solicitar el envío del material por correo; ahora en cambio todos los ciudadanos españoles que residen en otro país recibirán su material electoral y podrán ejercer el derecho a sufragar.
Es por ello que el partido morado quiere que en lugar de tener que ejercer el voto por correo, se habiliten putos físicos para que todos los que quieran participar puedan hacerlo de manera presencial, sin depender de los servicios de las compañías de correo en los países donde se encuentran.
Todo esto forma parte de la estrategia que busca movilizar al electorado en el exterior para que con esos votos puedan obtener representación en los gobiernos regionales, porque de ello depende lo que pueda pasar con el partido en las elecciones generales de noviembre.