El Partido Popular de Madrid quiere quitarse de encima a Andrea Levy. Pese a que han mantenido a la concejala en las listas electorales, quieren arrebatarle las competencias que le habían dado hasta ahora. Esta es una decisión en la que están de acuerdo tanto el equipo de José Luis Martínez-Almeida, quien ya tanteó la posibilidad de cesarla sin demasiado éxito, como el de la propia Isabel Díaz Ayuso. Andrea Levy ha conseguido ponerse en contra a todo el Partido Popular de Madrid, pero para evitar males mayores (dado que fuentes del PP aseguran que Andrea Levy ha lanzado advertencias cuando se ha puesto en tela de juicio su continuidad), el equipo de Isabel Díaz Ayuso ha aceptado que tenga un puesto en las listas y siga de concejala. La sustituta que tienen en mente para el área que ocupa ahora, Turismo y Cultura, es Marta Rivera de la Cruz, actual consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid.
Andrea Levy ya ha tenido sus más y sus menos con José Luis Martínez-Almeida y toda su administración. De hecho, no es la primera vez que el equipo del alcalde de Madrid se plantea su salida, pero la reacción de Levy llevó a quienes querían sacarla a tomarse las cosas con más calma por miedo a las consecuencias. Ahora ya hay una fácil solución que contenta a todos. Andrea Levy no seguirá con áreas de responsabilidad (no tanta, al menos) en el Ayuntamiento de Madrid porque ya tiene sustituta. La buena noticia para la capital es que Marta Rivera de la Cruz es una de las candidatas ideales para ocupar el que hasta ahora era su puesto porque controla la temática, conoce Madrid y tiene el aval de la gestión de Cultura durante la pandemia, algo muy reconocido.
Otra de las opciones que se había barajado como sustituta de Andrea Levy en Cultura y Turismo es quien dirige una parte de su concejalía (la de turismo) que es Almudena Maíllo, quien sigue creciendo políticamente y quien tiene un buen puesto en las listas electorales. Maíllo no se ha metido en problemas durante la guerra del PP de Madrid y ha conseguido ganar algunos galones para permanecer en el Ayuntamiento de Madrid durante esta legislatura. Aún así, lo que consideran las fuentes de Cibeles es que Maíllo se quedará donde está siempre que consigan gobernar porque José Luis Martínez-Almeida tuvo sus más y sus menos con la concejala de Turismo del Consistorio.
Las apuestas de Cibeles están más que claras: Marta Rivera de la Cruz ha entrado en las listas no para ser una más del equipo, sino para gestionar. La consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid fue de Ciudadanos, pero su gestión al frente de su área de responsabilidad le reportó buena fama política y parece, a ojos de Alfonso Serrano e Isabel Díaz Ayuso, una buena salida el marcharse al Área de Cultura y Turismo de la capital, algo que conoce muy bien. Al mismo tiempo, consiguen un objetivo que llevan tiempo persiguiendo pero que siempre se ha enquistado con el paso del tiempo: echar de los puestos de responsabilidad a Andrea Levy.
El apartar a la concejala no es solo una obsesión personal que puedan tener dos o tres altos cargos en el PP de Madrid. Es una cuestión de responsabilidad política. Andrea Levy consideraba que Alfonso Serrano, a quien conoce extremadamente bien, podría ser un interlocutor válido para mantenerla en el poder (y así ha sido, en parte), pero no quieren que tenga puestos de responsabilidad en el Ayuntamiento porque temen que, además de cuestiones objetivas de gestión, su vida personal pueda salpicar al propio Consistorio. Muchos de quienes son preguntados por Levy recuerdan con cierta tensión el episodio tan «dramático» del Starlite.
Con una sustituta con un currículum intachable y el acuerdo entre Cibeles y Sol por apartar a Levy, parece que la jugada política encaja a la perfección en este puzzle que se está rehaciendo después del enfrentamiento interno que hubo en el Partido Popular. Levy no deja de ser una pieza incómoda en el tablero, pero llevar a Marta Rivera de la Cruz también tiene un valor añadido para Sol que todos dan por hecho: la buena relación de la consejera con Isabel Díaz Ayuso le da a la presidenta de la Comunidad de Madrid ojos y oídos dentro del Consistorio. Eso sí, todo esto siempre y cuando José Luis Martínez-Almeida consiga los apoyos necesarios para revalidar su mandato en Madrid.