Los tatuajes al estilo maorí han ganado popularidad en los últimos años. Pero para las tribus nativas de Nueva Zelanda no era una mera moda, sino que llevaban grabada en su piel una historia que les identificaba. Se tiene constancia de que los primeros dibujos de tatuajes maoríes fueron el tā moko, la práctica tradicional por la que los maoríes se marcaban la piel con motivos que expresaban su identidad: genealogía, sus logros o su rango.
Por otra parte, la zona más destacada para los tatuajes maoríes era la cara, a través de la iconografía de la cara se sabía quién era la persona y a quién había matado. En cuanto a las mujeres, indicaba que estaba unida a un guerrero.