Convertido en toda una institución gastronómica en los estados costeros de Nueva Inglaterra, Estados Unidos, ya desde los años setenta, el lobster roll sigue ostentando hoy el título de bocadillo veraniego por antonomasia. Como sucede con muchas recetas, su origen no está exento de polémica, ya que algunos documentos recogen que el primer bocadillo de langosta se sirvió en un restaurante del estado de Connecticut llamado Perry ‘s, en 1929. Otros, defienden que su origen está en el estado de Maine, conocido por sus pescados y mariscos frescos.
Debates aparte, podemos decir que actualmente existen dos escuelas, o recetas distintas, a la hora de prepararlo: con la langosta fría aderezada con mayonesa y apio o con la langosta tibia rociada con mantequilla de limón caliente. La clave de su excelencia, como siempre, consiste en utilizar ingredientes frescos y de calidad, especialmente la langosta. Los lobster rolls son fáciles y rápidos de hacer y se pueden acompañar con chips de patata o ensalada de col.
