viernes, 22 noviembre 2024

Rafael Simancas se convierte en el Mocito Feliz de Reyes Maroto y Juan Lobato

El eterno socialista Rafael Simancas ahí sigue. Pero por primera vez en años le empieza a ver las orejas al lobo. Siempre ha sido el que «parte el bacalao» en el PSOE de Madrid, pero ahora la formación no tiene claro si habrá hueco o no para este político que no sabe lo que es el sector privado. Son profesionales de la política. No saben lo que hay al otro lado de la administración pública. Pero esto no implica que sea fácil mantenerse a flote. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales se dedica desde hace meses a aparecer en todas las fotos de María Reyes Maroto, candidata del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, y de Juan Lobato, candidato del Partido Socialista en la Comunidad de Madrid

Hay quien le llama «el corcho socialista» por lo bien que flota en la política. La razón, entre otras, por la que Simancas ha aguantado tanto es porque no ha tenido problema en ocupar el puesto que sea con tal de estar bien remunerado. Que ahora aparezca en las fotos de María Reyes Maroto y de Juan Lobato con relativa frecuencia y que no se pierda un solo acto de estos dos candidatos socialistas deja claro que Simancas sabe que su futuro está en el PSOE de Madrid, un sitio que ha considerado su «cortijo» hasta ahora. Todo dependerá de lo que pase en las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo, pero habrá que ver si Lobato y Reyes Maroto están dispuestos a hacerle hueco o no. Lo que sí queda más claro es que Simancas está convencido de que dejará de ser secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales.

Es el Mocito Feliz del PSOE de Madrid porque sale en todas las fotos. En Ferraz hay cierto malestar por el hecho de que Simancas no se corta en dejar de lado sus labores y obligaciones (que tampoco es que sean demasiadas) como secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales para despejar su agenda y acudir a todos los actos del partido. Es cierto que Simancas aún tiene tentáculos en el PSOE-M, pero ya no es lo que era. Tiene cierto control de los sindicatos (especialmente de UGT) y tiene buenos amigos en el PSOE de Madrid, pero no se sabe si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, forzará a sus candidatos a hacerle un hueco aunque sea en el grupo municipal socialista. La barrera son los 60.000 brutos al año. De ahí en fuera, todo vale.

Por primera vez en meses, el PSOE de Madrid respira algo aliviado. Es cierto que hay una fuerte división en el partido desde que Mercedes González, ahora directora general de la Guardia Civil, fue defenestrada como futura candidata del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. Aún así, por primera vez en mucho tiempo las encuestas colocan a Juan Lobato como virtual líder de la oposición, dejando a Mónica García en una tercera posición algo indigna dado que todo viene por el mayor ridículo vivido en política en los últimos meses: el bono térmico.

Rafael Simancas no ve que el PSOE de Madrid esté necesariamente en una mala posición, sino que tiene claro que le pueden hacer hueco y puede aguantar otros cuatro años más para así acercarse al récord del político con más horas dedicadas a la política. Simancas no tiene reparos o bien en ir al Ayuntamiento o bien en ir a la Comunidad de Madrid. Lo que necesita es vivir de lo público. Solo queda saber si Lobato le hará un hueco, pues de momento no es que le deba nada al secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales.