La diabetes es una enfermedad que acompaña a las personas a lo largo de la vida una vez que se desarrolla. Sin embargo, mientras antes se detecte, mejores son las posibilidades de reducir sus efectos negativos e impactar en la calidad de vida de las personas.
El problema de ello es que los síntomas de la diabetes tienden a ser apenas perceptibles cuando aparecen. Ello, especialmente en el caso de la diabetes tipo 2. Eso lleva a que las personas tiendan a ignorar que la tienen hasta que ha pasado mucho tiempo, con las consecuencias que esto puede llegar a tener. En Tumedico.es puedes encontrar distintos tipos de estudios para detectar la diabetes y mejorar la calidad de vida.
¿Cómo son las pruebas de diabetes?
Para entender las pruebas de diabetes, hay que entender cómo funciona esta enfermedad. La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo humano. Es una hormona llamada insulina la que ayuda a que la glucosa pase del torrente sanguíneo a las células. Cuando una persona tiene diabetes, el cuerpo no es capaz de producir insulina o la produce pero esta no funciona como debería. Ello puede llevar a que los niveles de glucosa sean muy altos, provocando distintos problemas de salud.
En este sentido, las pruebas de diabetes están diseñadas para medir los niveles de glucosa en la sangre o en la orina. Así, se puede ver si una persona tiene diabetes o tiene riesgo de padecerla. Según el caso, las pruebas de diabetes pueden detectar la diabetes tipo 1, la tipo 2, la diabetes gestacional y la prediabetes.
Dentro de las distintas pruebas que se pueden llevar a cabo, las más comunes hoy en día son el test HOMA, que es un análisis de resistencia a la insulina, y el AngioTAC, que estudia las arterias, las venas y otros vasos sanguíneos a través de inyecciones de contraste. En este último caso, es frecuente que la prueba se utilice con otros fines, no siendo la diabetes el más común. Sin embargo, puede contribuir al diagnóstico.
¿En qué casos se puede necesitar una prueba de diabetes?
Hemos dicho previamente que los síntomas de la diabetes tienden a ser imperceptibles a lo largo de la primera etapa de la enfermedad. No obstante, hay algunos signos que pueden encender la alarma y motivar un estudio para descartar o confirmar su desarrollo. Estos incluyen: fatiga, aumento de la sed, aumento del hambre, orina con frecuencia, visión borrosa, pérdida de peso sin motivo aparente, heridas que demoran mucho en cicatrizar y entumecimiento u hormigueo en los pies.
Si es un caso de diabetes tipo 1, poco común, los síntomas aparecen más velozmente y pueden ser graves. En cambio, en la tipo 2 que es la más común de todas, los síntomas se desarrollan lentamente y pueden demorar años. Lo mismo sucede con la prediabetes. Por eso, lo que se recomienda es llevar controles, especialmente en los casos de personas que tienen otros casos de diabetes en su familia.