El agua pura se considera una sustancia neutra. Su pH es 7. Cuando está limpia, es decir no contaminada, el agua de lluvia es ligeramente ácida con un pH de 5,6. Sin embargo, para hablar de lluvia ácida tenemos que decir que corresponde a cualquier forma de precipitación con un pH inferior a 5,6. En este sentido, el pH de la lluvia ácida está entre 2 y 4,5. Por tanto, la lluvia ácida es cualquier precipitación con un pH anormalmente bajo y ocurre cuando la precipitación que contiene partículas ácidas cae sobre la superficie de la Tierra. Su consecuencia es que esto puede tener dos resultados o dos tipos de deposiciones: húmeda y seca.
La lluvia ácida es deposición húmeda. La deposición húmeda causa erosión que daña los ecosistemas. Los depósitos secos se forman cuando se depositan pequeñas partículas ácidas y gases en la superficie del planeta. Los gases como el dióxido de azufre y el óxido de nitrógeno se convierten en ácidos al contacto con el agua.