La crisis económica que nos asola desde que la pandemia sanitaria llegó a nuestras vidas ha dejado un gran abanico de efectos de lo más perjudiciales para nuestros índices de calidad de vida. A pesar de la recuperación de la Covid-19, el inicio de la guerra en Ucrania y la inflación de los precios sigue asolando la economía global. Uno de los problemas más severos en esta materia lo encontramos en la nueva subida del Euríbor que, al igual que sucedió con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, ha hecho que muchas personas tengan complicaciones para pagar una hipoteca.
La crisis del Euríbor complica el mercado hipotecario
Cuando tomamos la decisión de contratar una hipoteca, automáticamente nos dejan dos opciones: solicitarla con un tipo de interés fijo o variable. Esta segunda alternativa se fundamenta en el valor del Euribor para calcular los intereses del préstamo. Si bien es cierto que en los tiempos de estabilidad económica suelen ser más asequibles que las hipotecas de tipo fijo, en un contexto de crisis como el actual, en el que el Euríbor no para de subir, se han convertido en inasumibles por sus clientes.
Mucho ha llovido desde que en 2016 el Euríbor se situara por primera vez en su historia en un valor negativo. De hecho, es sorprendente cómo se logró mantener en estos índices incluso durante la pandemia, llegando a su mínimo en enero de 2021 con un valor de -0,504%. Ahora bien, con la guerra en Ucrania todo cambió, fruto directo de la inestabilidad que se respira en Europa. Desde enero de 2022 empezó a subir de forma descontrolada y, con el cierre en enero de 2023, llegó a un 3’534%. Aunque todavía estamos lejos del máximo de la crisis inmobiliaria, situado en el 5,393%, hay que reconocer que la tendencia de este aumento parece abocarnos de nuevo a esta situación.
Esta vertiginosa subida del Euríbor se traduce en la obligación de un pago mayor en las cuotas hipotecarias de quienes contrataron un tipo de interés variable. Un incremento que, si se suma a la inflación y al resto de las complicaciones económicas, hacen que muchos españoles se vean contra las cuerdas. Debido a ello, es más importante que nunca recurrir a todos esos sistemas que nos ayudan a organizar nuestras cuentas de forma detallada y que, en caso de no tener todavía una hipoteca, nos ahorrarán conflictos con los bancos.
La importancia de simular la hipoteca en tiempo real
La era digital está considerada como la época en la que más acceso a la información tenemos como sociedad. Puesto que el mercado inmobiliario es uno de los ejes principales en lo que respecta a nuestro bienestar, tanto el físico y el psicológico como el emocional, es importante emplear recursos online como las herramientas para simular una hipoteca. Esto nos va a otorgar un control absoluto sobre el mercado y nos permitirá calcular sin margen de error cuáles son las cuotas que vamos a pagar durante el contrato del préstamo.
Gracias a las plataformas online especializadas en esta materia, lo único que tenemos que hacer es introducir el coste total de la vivienda que estamos planteando comprar. También hemos de indicar el número de años que necesitamos para pagar la hipoteca en cuestión. Las propias webs, de forma automatizada, calcularán las tasas según el precio del Euríbor. Una información que van actualizando de forma periódica para que tengamos los datos en tiempo real. De este modo, evitamos que la falta de claridad de muchas entidades bancarias nos juegue una mala pasada.
Si bien es cierto que no estamos en el mejor momento para solicitar una hipoteca de interés variable, también lo es que en cuanto se entre en un periodo de recuperación resultarán notablemente más asequibles que las fijas. Por el momento, nuestro consejo es que revises de vez en cuanto el cálculo de la hipoteca que estás planteando o, si ya tienes una contratada, el pago que vas a tener que asumir mes a mes para mantener un control financiero riguroso.