Tras más de un año de fallas en el sistema informático que sirve de soporte para solicitar las citas de asilo en España, la Policía Nacional ha decidido ponerle coto a la situación y en especial a las mafias dedicadas a la venta de los cupos que solo se podían obtener a través de la página que habilitaron desde los ministerios de Política Territorial y el de Hacienda y Función Pública, y que lejos de servir como una solución, fomentó la aparición de «gestores» que comenzaron a lucrarse de la necesidad de los migrantes.
Sin embargo, tras más de un año de irregularidades, desde el Ministerio del Interior han decidido las gestiones de las citas para la solicitud de protección internacional sean administradas directamente por la Policía Nacional, que desde hace una semana ha comenzado a habilitar números de teléfonos y direcciones de correo electrónico, para que los migrantes que lleguen al país con la intención de pedir asilo, puedan entrar al sistema de manera directa, sin tener que conseguir el cupo a través de la página de la administración.
En los grupos de redes sociales de migrantes todavía aparecen gestores que, al parecer, no se han enterado que las citas se pueden obtener por teléfono y correo electrónico, y continúan ofreciendo las citas vendidas entre 50 y 180 euros, a pesar de que ya comienzan a fluir en las sedes policiales la atención de los migrantes.
Desde el Ministerio del Interior habían negado la existencia de estas mafias dedicadas a vender las citas de asilo, pero la realidad es que después de tantos meses atendiendo las quejas de los migrantes, que en varias regiones del país llegaron a protagonizar manifestaciones, debido a la imposibilidad de acceder al sistema de citas, desde el despacho del ministro Fernando Grande-Marlaska tomaron la decisión de comenzar a agilizar el proceso, dándole la potestad a la Policía Nacional de hacerse cargo de este primer eslabón de la cadena de todo el proceso de solicitud de Protección Internacional.
Toda esta situación se complicó a partir de la pandemia ocasionada por la Civid-19, en 2020, pues los organismos del Estado intentaron resolver el tema de la atención, digitalizando el proceso, a través del sistema de citas, pero la realidad es que esto solo contribuyó al surgimiento de estas mafias que a través del uso de bots se dedicaron a acaparar las citas, para comercializarlas a través de las redes sociales y de páginas de comercio electrónico como Wallapop.
Todo se comenzó a complicar a partir de la invasión de Rusia a Ucrania, en febrero de 2022, cuando comenzaron a llegar a España los desplazados por la guerra y las autoridades españolas dieron prioridad a estos migrantes, por encima de las demás nacionalidades que continuaron llegando al país huyendo de la situación de sus países, por lo que se estimaba que había aproximadamente 300 mil extranjeros de manera irregular en el país, que habían llegado durante el último año.
No obstante, estos piratas informáticos se aprovechaban de esta situación e hicieron de la venta de los cupos para acudir a las sedes policiales a manifestar la voluntad de pedir protección internacional, mejor conocido como asilo. Estas mafias también vendían los cupos para acudir a la renovación de la tarjeta roja, que es el documento oficial que otorgan las autoridades españolas a los migrantes como documento de identificación para el tiempo que dura el análisis de cada caso, que luego de la entrevista pasa a la Oficina de Asilo y Refugio, que depende del Ministerio del Interior y que es donde se encargan de hacer las resoluciones.
Desde hace por lo menos dos años los venezolanos son la nacionalidad que más solicita asilo en España, debido a la situación de crisis política y económica que hay en ese país y en múltiples grupos de redes sociales fueron infiltrados por mafias que ofrecían abiertamente la posibilidad de conseguir las citas, siempre y cuando los interesados estuviesen dispuestos a pagar para obtener el cupo.
De hecho, mientras algunos ofrecían las citas, muchos otros aparecieron para estafar a los migrantes y les aseguraban que conseguirían la cita, pero cuando llegaban a las sedes policiales se encontraban con que se trataba de una estafa y no existía ninguna cita.
Ahora habrá que esperar que comiencen a funcionar las líneas telefónicas que la policía ha habilitado y comiencen a asignar las citas para que los migrantes puedan ingresar al sistema oficial de las solicitudes de asilo.