El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha roto su regla de oro de nombrar solo mujeres para el Consejo de Ministros. En su lugar, ha enmascarado una crisis de Gobierno edulcorada con la salida de María Reyes Maroto y Carolina Darias con dos nuevos nombramientos que han sorprendido poco en el seno socialista. Héctor Gómez será ministro de Industria y José Manuel Miñones se quedará en Sanidad. Lo que sí ha sorprendido en el PSOE es que no haya habido ningún otro nombramiento extra con su correspondiente cese. Que Pedro Sánchez llevaba meses planeando una crisis de Gobierno no es ningún secreto en Ferraz, pero de momento se ha contenido.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes que Héctor Gómez será el nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo, mientras que José Manuel Miñones asumirá la cartera de Sanidad. Lo harán en sustitución de Reyes Maroto y Carolina Darias, respectivamente.
Moncloa ha comunicado a primera hora de la mañana esta comparecencia de Sánchez, para la que se preveía que informara de estos cambios en el Gobierno ante la salida de las ministras Maroto y Darias, que serán candidatas a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo.
Estos dos nombramientos han sido esperados dado que Pedro Sánchez ya había anunciado que Reyes Maroto sería la candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid y Darias daría el salto a Las Palmas de Gran Canaria. Aún así, esto ha sido visto como un lavado de cara y como una crisis de Gobierno edulcorada que bien podría haber arrastrado a otros ministros de peso como Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska o la propia Pilar Llop.
Aún así y pese a las dimisiones forzadas de María Reyes Maroto y Carolina Darias, lo cierto es que nadie en el PSOE descarta una crisis de Gobierno de aquí a los ocho meses que faltan para las elecciones. Héctor Gómez será ministro de Industria y José Manuel Miñones se quedará en Sanidad en unas de las legislaturas más cortas de todo este tiempo (para ellos, claro está) y tienen el mandato de mantener un perfil bajo y no cambiar demasiadas cosas. Ahora mismo, el PSOE se ve con cierta ventaja para las próximas elecciones y no quiere reventar las expectativas por nada del mundo.