miércoles, 11 diciembre 2024

Revilla espera que Cantabria pueda salvar el verano

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, espera que la comunidad autónoma pueda salvar el verano «en parte» con la llegada de extranjeros, lo que se produciría a partir del 1 de julio, con apertura del aeropuerto Seve Ballesteros-Santander, que ha solicitado hoy el Gobierno regional junto con el paso a la fase 3 del plan de desescalada.

A preguntas de la prensa con motivo de la asistencia del presidente a los actos en homenaje a la Virgen del Mar, patrona de Santander, Revilla ha confiado en que Madrid conceda a Cantabria pasar a la fase 3 de la desescalada el próximo lunes, 8 de junio, y a partir de entonces, la comunidad pueda recuperar todas las competencias.

Ese día, ha dicho Revilla, «vuelvo a ser presidente a todos los efectos», con la única excepción del control del tránsito entre comunidades, que seguirá en manos del Gobierno central, lo que al presidente cántabro le parece «muy oportuno» porque si estuviera en manos de las regiones «sería un verdadero disparate».

Si pasa a la fase 3, Cantabria asumirá a partir del próximo lunes sus competencias y podrá legislar sobre cuestiones como la ampliación del aforo de espacios públicos, bares, terrazas, playas o guarderías, ha recordado Revilla, que ya se pronunció ayer en este mismo sentido.

También como este domingo, el jefe del Ejecutivo cántabro espera que la comunidad pueda cambiar de fase el día 8 porque tiene unos datos «muy buenos, muy buenos» en relación a la pandemia de Covid-19, acumulando ocho días sin ningún fallecido y con siete ingresos en hospitales públicos, ha dicho.

«La pandemia ahora, si no hay un rebrote, en Cantabria está absolutamente controlada«, ha aseverado Revilla, que espera que el 21 de junio se puedan abrir los territorios y a partir del 1 de julio lleguen los extranjeros para salvar el verano. «Yo espero que, dentro del problema grave que vamos a tener, el verano sí le podamos salvar en parte», ha confiado el presidente.

Revilla también se ha mostrado «muy contento» con el comportamiento de los cántabros durante el estado de alarma y pese a que cumplir los requisitos era «muy difícil» por las «ansias de salir» y más con un tiempo que «parece verano». «Me he dado una vuelta por las playas y salvo alguna excepción, el comportamiento es ejemplar», ha asegurado.