Con esta actividad Cayo Apuleyo Diocles, un hispanolusitano nacido en el año 104 se convirtió en el deportista mejor pagado y en el gran ídolo de masas de la antigua Roma como auriga y llegó a embolsarse la cantidad de casi 36 millones de sestercios, lo que hoy equivaldría a unos 15.000 millones de dólares.