El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado este domingo su voluntad de hablar tanto con Ciudadanos como con EH Bildu para contar con sus votos en la aprobación de la sexta y última prórroga del estado de alarma esta semana en el Congreso de los Diputados.
Así lo ha dicho en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa tras reunirse con los presidentes de las comunidades autónomas por videoconferencia. Tras insistir en que el estado de alarma ha sido «absolutamente fundamental» a la hora de frenar el contagio del coronavirus y su extensión por el territorio nacional, ha destacado que es «el único instrumento constitucional» que permite limitar la libertad de movimiento y de reunión.
Por ello, ha agradecido «de corazón» la «responsabilidad» de todos los grupos parlamentarios que, como Ciudadanos, han apoyado anteriores prórrogas.
APELA A LA RESPONSABILIDAD DE TODOS LOS GRUPOS
De cara a la sexta ampliación del estado de alarma, el PSOE ha alcanzado un acuerdo con el PNV, que votará a favor, y con ERC, que se abstendrá, y Sánchez ha avanzado este domingo que también buscará un acuerdo con la formación naranja.
«Por supuesto que vamos a hablar con Cs, como vamos a hablar con otros grupos», ha manifestado, apelando a la «responsabilidad y generosidad» de «todos» los partidos porque, según ha afirmado, se necesitan quince días más de estado de alarma «para acabar de forma definitiva con la emergencia sanitaria».
Cuando le han preguntado específicamente si habrá también contactos con Bildu –que ya se abstuvo en la votación de la quinta prórroga y que firmó un acuerdo con el PSOE y Unidas Podemos para derogar la reforma laboral–, el presidente ha respondido afirmativamente.
«Vamos a hablar con todos los grupos parlamentarios que no han rechazado la prórroga», ha dicho tras recordar que el PP, Vox y Junts per Catalunya son los únicos que «están en el no».
UN ESTADO DE ALARMA «MUCHO MÁS LIVIANO»
Sánchez ha asegurado que el único objetivo del Gobierno es «defender la salud pública y salvar vidas. En este momento, ha señalado, «estamos a punto de llegar a buen puerto, necesitamos recorrer el trecho más sencillo y, a la vez, el más decisivo» para acabar el proceso de desescalada.
«Será un estado de alarma muy distinto, mucho más liviano, pero lo necesitamos para culminar el trabajo que hemos hecho entre todos», ha recalcado, indicando que ahora serán los presidentes autonómicos los que decidirán cómo gestionar los ritmos de la desescalada en cada comunidad, mientras que el Gobierno central solo se ocupará de regular la movilidad.