La supervivencia de Sánchez y la negociación de los presupuestos pasará por las cárceles

  • Los presupuestos generales del Estado dependen no solo de inversiones, sino de cuestiones relacionadas con presos.
  • El Gobierno ha acercado a presos etarras a cárceles próximas a sus familias.
  • El Ejecutivo también ha deslizado su visto bueno a que se indulte a los líderes del procés.
  • A lo largo de la democracia de España, los partidos independentistas y nacionalistas siempre han tenido un peso importante a la hora de decidir quién gobierna el país. Han tenido la llave de la gobernabilidad, y a pesar de ser formaciones con aspiraciones autonómicas, han sido capaces de conseguir grandes concesiones para sus regiones. Ahora, el Gobierno se vuelve a ver obligado a ceder ante los los nacionalistas para poner fin a los presupuestos del exministro de Hacienda popular Cristóbal Montoro. Los independentistas lo saben y han elevado la presión hacia el Gobierno hasta el punto de que la liberación de los líderes del procés, el acercamiento de presos y otras cuestiones alejadas de las económicas pueden ser claves para que Sánchez permanezca otros cuatro años en La Moncloa.

    El peso de ERC y de otros partidos nacionalistas y su capacidad para negociar es más relevante que nunca. Pedro Sánchez depende de un elenco de partidos nacionalistas. Esquerra, Junts per Catalunya, CUP, EH Bildu y el PNV suman juntos 35 escaños. Y sin ellos, el PSOE y Unidas Podemos podrían ver cómo su sueño de alargar su presencia en el Gobierno se aleja. Es por esto que sobre la mesa hay cuestiones tan escabrosas como la liberación de los políticos presos, el acercamiento de reos etarras a cárceles más próximas a sus familias o, según aseguran fuentes cercanas al Gobierno, la destitución de según qué mandos de la Guardia Civil por venganza. Todo asuntos alejados de las clásicas inversiones que recibían tanto Cataluña como el País Vasco por dar el Gobierno a según qué partido.

    Es poco convencional. Cuando Jordi Pujol daba la llave de La Moncloa al PP o al PSOE, lo hacía a cambio de dinero y concesiones de autogobierno para Cataluña. Pero ahora las tornas han cambiado y los nuevos presupuestos generales del Estado parece que pasarán antes por centros penitenciarios. Oriol Junqueras, líder de ERC, está en la cárcel; y como él, casi todos los líderes del procés, condenados por secesión y otros delitos. Y si Sánchez y su vicepresidente Pablo Iglesias quieren que su paso por el poder no sea fugaz, tendrán que conseguir que Junqueras y todos los que están detrás del movimiento independentista vean con buenos ojos quieran un presidente socialista.

    Iglesias ya lo ha dicho alto y claro en alguna que otra entrevista. No quiere ver a los líderes del procés en las cárceles y anima a los suyos a que estudien la posibilidad de indultarles. Y al mismo tiempo, desde el Ministerio de Interior han visto oportuno trasladar a muchos etarras a cárceles más próximas a sus familias. Todo ello enmarcado en las negociaciones de los nuevos presupuestos generales del Estado, claves para dar continuidad al Gobierno.

    En una entrevista en Catalunya Radio, el líder de Unidas Podemos dejó claro que su intención es liberar a los presos condenados por el procés. Y que quería “explorar mecanismos” para hacerlo. “Va a haber algunas solicitudes de indulto por parte de organizaciones sindicales”, ha comentado Iglesias. “Esto habrá que estudiarlo con mucho cuidado”, ha asegurado.

    La Asociación de Víctimas del Terrorismo ya ha censurado  la decisión del Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el traslado a la prisión de Pamplona del preso de ETA José Ramada Estévez, “cediendo a una reivindicación histórica de ETA” al tratarse de su “primer acercamiento de un etarra a una prisión cercana a su domicilio”. De hecho, según el recuento de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, son ya 35 los acercamientos de presos de ETA desde que Grande-Marlaska es ministro del Interior. Algo que para muchos no es casualidad.

    Estos gestos sumados a los comentarios de Iglesias en referencia a los líderes del procés hacen ver que la continuidad de este Gobierno no dependerá solo de inversiones fuertes en Cataluña o en el País Vasco, sino que pasarán por mayores conceciones de autogobierno (como la ya cedida gestión de la renta mínima vital al gobierno vasco) y, sobretodo, por las cárceles, ya que no se apoyará desde las formaciones independentistas a un Gobierno que haya podido liberar a sus líderes y no lo haya hecho.