El Gobierno de Andorra ha decretado tres días de luto nacional con motivo de las defunciones a consecuencia del SARS-CoV-2, entre el 1 y el 3 de junio, tal y como se ha publicado en el Boletín Oficial del Principado de Andorra (BOPA) y ha informado el Ejecutivo mediante una nota de prensa.
Durante estos días se «suspenderá la celebración de los actos oficiales y de carácter festivo», las banderas oficiales ondearán a media asta en los exteriores de los edificios y con un crespón en los interiores.
De esta manera se quiere hacer «un reconocimiento a la memoria de las víctimas de la pandemia y a sus familias que han sufrido la pérdida en las circunstancias de aislamiento que les ha imposibilitado el despido», argumenta el comunicado del Gobierno.
El decreto publicado en el BOPA argumenta que debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, el país «ha sufrido las consecuencias de una pandemia mundial que ha tenido unos efectos devastadores e imprevisibles y que han afectado, en especial, la vertiente de la salud».
ESPERANDO LOS TURISTAS
El país se prepara para recibir el próximo lunes los primeros turistas después del confinamiento; se espera «un gran flujo de personas», ha explicado la cònsol major -alcaldesa- de la parroquia de Encamp, Laura Mas, en una rueda de prensa para explicar el dispositivo de seguridad para recibir los turistas franceses.
El dispositivo se ha preparado partiendo de la base de que un día fuerte se reciben 6.000 vehículos en el núcleo urbano del Pas de la Casa, el más próximo a la frontera francoandorrana, y 3.500 «un día flojo».
Así, estiman «tener 18.000 visitantes», ha expuesto Mas en cálculos de tres personas por vehículo; además, ha explicado que los comerciantes han recibido consultas de sus clientes franceses para saber cuándo podrían venir y esperan a la clientela habitual.
Para facilitar una entrada ordenada y vigilar que se cumplen las medidas de seguridad se desplegarán 20 efectivos de policía en la frontera y otros 21 en forma de patrullas por el pueblo del Pas de la Casa, ha explicado el ministro de Justicia e Interior, Josep Maria Rossell.
Normalmente hay tres policías en la frontera francoandorrana y cuatro patrullas en el núcleo urbano, ha expuesto Rossell para ilustrar la magnitud del dispositivo que se desplegará el lunes.
Todos los vehículos serán parados y se revisará que los ocupantes sean residentes de Francia, y el que no lo sea no podrá entrar en territorio andorrano.
Para informar de las medidas de seguridad se han elaborado carteles explicativos y folletos pasamanos; se refuerza la necesidad de llevar mascarilla –recomendación en los espacios abiertos y obligatoria para acceder a cualquier establecimiento– y de mantener las distancias.
Rossell ha explicado que el dispositivo policial para la frontera hispanoandorrana también está listo para poderlo desplegar cuando España permita a los residentes de la región fronteriza viajar hasta Andorra.
