Nuestro cuerpo es lo que único que nos acompaña toda la vida. A veces parece que es algo que siempre está bien porque no vemos las consecuencias de nuestras decisiones de forma inmediata, pero todo lo que hacemos le afecta y mucho. De hecho, salir todos los fines de semana y emborracharse parece muy divertido al principio, pero si se hace de manera reiterada puede llegar a ser un problemón.
1Todo empieza como algo cotidiano
Según recoge “una crónica de un viernes cualquiera” del portal “Cultura colectiva”, a veces salimos sin tan siquiera pensar que vamos a hacerlo. Salimos del trabajo, nos reunimos con los amigos y de un momento a otro pareciera que todos deciden, de forma unánime, que quieren salir. Incluso está el que dice que quiere algo “tranqui”, porque se encuentra cansado o cansada. Llega el primer trago, pasa por la traquea, va al esófago y después al estómago. Una parte del líquido es absorbido por este último.
