Mar Espinar ha tomado la fácil decisión de no presentarse casi ni un solo día (alguno que otro por accidente) por el Ayuntamiento de Madrid. Ella sigue siendo la portavoz del grupo municipal socialista, pero dado que sabe que su futuro está en la Asamblea de Madrid, ha tomado la decisión de pasar poco por el Consistorio. El enfado en el grupo es considerable dado que Mar Espinar sigue cobrando por ejercer de concejala y porque insisten en que ella prometió que dejaría la política si no era la candidata. Al final todo ha cambiado, pero lo cierto es que la conocida concejala ya no se presenta por el Consistorio al más puro estilo de Jorge García Castaño.
Muchos advierten a Mar Espinar de que su paso por la Asamblea de Madrid no será fácil, pero lo cierto es que aún no ha llegado pese a que le han prometido un puesto en las listas. La portavoz del grupo municipal socialista tendrá una segunda vida política como diputada de la Comunidad de Madrid, pero no tendrá el apoyo de los suyos. Es vox populi en Ferraz que Mar Espinar ha conseguido este puesto por «presionar» al partido con unas primarias contra María Reyes Maroto si no le daban una salida. También lo es que había prometido a los cuatro vientos que dejaría la política su no era la candidata al Ayuntamiento de Madrid. Pero todo esto se ha quedado pálido al lado de la nueva noticia: no se presenta por el Consistorio y es difícil verla desde que sabe que no será su escenario de trabajo.
Mar Espinar ha pasado de ser una joven promesa del PSOE a ser una de las dirigentes municipales más criticadas. Hasta la concejala de la capital Enma López le ha ganado la partida y se ha quedado como número dos en el Ayuntamiento de Madrid. La cantidad considerable de enemigos se amontona contra Mar Espinar no porque quieran tumbarla, sino porque consideran que faltó a su palabra y que ha cogido lo primero que le han ofrecido para sobrevivir. Fuentes del entorno de Mar Espinar insisten en que uno de los errores que cometió fue rodearse de gente «poco preparada» que la ha llevado a «donde está». Pero lo cierto es que la imagen de Mar Espinar ha caído en picado en los últimos meses.
La concejala y portavoz del grupo municipal socialista no solo no se presenta por el Ayuntamiento de Madrid con frecuencia, sino que además evita cruzarse con María Reyes Maroto y con su equipo porque sabe que no tiene nada que decir en esa empresa. Enma López, sin embargo, sí que se ha convertido en un punto de referencia en el Consistorio para el PSOE dado que es quien está enseñando «la casa» a la propia ministra, aún despistada con el aterrizaje en el área municipal.
El hecho de que Mar Espinar no solo no haya cumplido su palabra de dejar la política si no era candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid sumado a que ahora que sabe que no tiene mucho que hacer por ahí ya no se presenta por el Consistorio ha puesto a Espinar en una posición complicada. En el partido ya no la ven como antes y no cuentan con ella más que para darle una legislatura gris en la Asamblea de Madrid junto a un Juan Lobato que tiene una batalla complicada centrada en ganar a Más Madrid. A Mar Espinar ya no se la ve, pero seguirá en política y muy probablemente se llevará consigo a su equipo, al menos al que le hagan hueco.