El teléfono ANAR recibe casi 2.000 llamadas en la pandemia por violencia

Un informe realizado por la Fundación ANAR, sobre el funcionamiento de su teléfono de ayuda a la infancia durante la crisis generada por el Covid19, determina que, desde el 23 de marzo, hasta ahora han recibido un total de 3.803 llamadas, de las cuales un 50,1%, es decir, casi 2.000, reclamaban ayuda por casos de violencia.

ANAR ha trasladado este documento a los diputados miembros del grupo de trabajo de Política Social y Servicios de Cuidados de la Comisión de Reconstrucción Económica y Social del Congreso. Su director de Programas ha comparecido este viernes ante los miembros de este órgano.

En el documento, recogido por Europa Press, la fundación destaca que el confinamiento, aunque parecía en un principio un «entorno seguro», ha resultado ser un escenario en el que se produce «más violencia que nunca». Así, explica que, en la primera semana de la crisis ya se observó un «porcentaje preocupante» de casos de violencia: de un 36,1%.

«Pero a partir de ese momento detectamos que según pasaban los días la violencia se iba incrementando progresivamente hasta llegar a alcanzar la cifra del 50,1% de esta última semana», indica el informe.

De esas casi 2.000 llamadas, ANAR indica que la violencia física dentro del seno familiar supone el porcentaje mayor, con el 17,9% de los casos, seguido de los malos tratos psicológicos (un 12,7%) que, además, explica la fundación, «destacan por su gravedad», como ocurre en los casos de abuso sexual (5,3%) en los que «las menores de edad no pueden escapar de sus agresores».

TAMBIÉN VIOLENCIA EXTRAFAMILIAR

ANAR también destaca la violencia de género, que también se da entre los menores, porque con el confinamiento están presentes en los malos tratos a sus madres. Este ha sido el motivo del 3,4% de las llamadas y supone e cuarto motivo de consulta. Por último, la organización llama la atención de que el 3,5% de los casos atendidos son de menores que están en situación de abandono o con cuidados negligentes, en unos días que, «por el contrario, deberían estar más atendidos que nunca».

Del mismo modo, destaca que la violencia extrafamiliar continúa. Así, se siguen registrando casos de violencia entre iguales, como el acoso escolar (1,7%) o la ejercida a través de la red como el ciberbullying (2,5%), así como la violencia de género por control telemático y otras formas de ciberacoso (grooming, prostitución, sexting*) todos ellos casos en los que los adolescentes lo sufren en las redes sociales a las que pertenecen.

«Pero la violencia no termina ahí, durante estos días estamos viendo con asombro el caso insólito de las agresiones extrafamiliares producidas por los vecinos (1,9%) hacia los menores de edad que justifican su violencia por el ruido que producen o por el mal comportamiento de los más pequeños», advierte la fundación.

ANAR señala como motivos de esta situación que viven los menores, tanto fuera como dentro de sus hogares, la frustración que produce el encierro, la presión laboral y la incertidumbre económica, los problemas de relación familiar, el espacio físico es reducido, la pérdida de equilibrio de la relación entre mente y cuerpo, el abuso de alcohol o el riesgo o muerte de personas queridas, entre otros.

Entre sus propuestas para solucionar esta situación, la fundación propone un refuerzo de la coordinación de las instituciones implicadas en violencia a la infancia adolescencia, medidas de conciliación, un regreso a las aulas que se produzca lo antes posible y de forma segura y una formación telemática con sistemas más pedagógicos, dar prioridad y tramitación rápida a todos aquellos procedimientos judiciales en los que los menores son víctimas de delito, y dotar de medios a la justicia para que los juicios sobre esta materia se puedan celebrar de forma telemática.

Del mismo modo, piden mayor ayuda psicólogica a menores, ampliar las ayudas económicas a aquellas familias con menores en situación de mayor vulnerabilidad y facilitar los canales de ayuda y denuncia para los menores.