El giro de Alberto Núñez Feijoo con algunos asuntos le ha salido más caro de lo que esperaba. La polémica del aborto y su rechazo a ese recurso que presentó entonces su propio partido contra la ley que regulaba la interrupción del embarazo le ha valido que la Iglesia le dé la espalda, al menos en gran medida. En el PP, el peso de esta institución eclesiástica es enorme. Y nunca hasta ahora se habían ganado el rechazo de gran parte de los obispos y sacerdotes, por no hablar del ala del Partido Popular que está más influida por la Iglesia, y sin entrar en el peso del Opus Dei. Lo cierto es que el mensaje que Feijoo ha hecho más daño que el que el clan gallego creía.
Los mensajes que están llegando de altos representantes de la Iglesia a Génova son más que notables y han calado profundamente en el Partido Popular. El giro que ha dado Feijoo, que estaba claramente influido por el escándalo ocurrido en Castilla y León y las pretensiones del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, de que las que quisieran abortar tuvieran la obligación de escuchar el latido del feto, ha hecho daño en el seno del PP. Son muchos los diputados y altos cargos en Génova que son permeables a las quejas de la Iglesia. Pero Feijoo no ha escuchado a este ala más dura del partido con tal de evitar otra polémica.
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha criticado duramente al Partido Popular por el giro que ha dado de forma unilateral Alberto Núñez Feijoo. Las palabras del obispo Munilla son representativas, pues hay muchos en la Iglesia que piensan igual que este alto representante de la Iglesia que no ha dudado en criticar al PP. «La traición del PP a la causa de la vida es total y absoluta», ha declarado Munilla en un mensaje que comparten incluso dentro del Partido Popular después de que Feijoo se haya puesto de perfil. Incluso el ala más radical del PP considera que la posición de Vox respecto al aborto es mucho más propia de la derecha.
Ese histórico PP de hace años también ha dado la espalda a Alberto Núñez Feijoo de una forma que ha tensado a más de un diputado y a más de un representante público popular. Desde el exministro Federico Trillo hasta a la expresidenta del Congreso Ana Pastor, son muchos los que han manifestado en el pasado su «solidaridad» con todos aquellos que rechacen la ley del aborto actual porque consideran que no protege al feto. Sea como sea, Feijoo ha hecho tambalearse los cimientos ideológicos del partido con una decisión unilateral que no ha consensuado con absolutamente nadie de la formación.
La Iglesia se ha plantado y sobretodo ha influido en el partido por los nexos que aún quedan vivos entre esta institución y el Partido Popular. La sensación de «traición» impera porque entienden que siempre han ido de la mano en este asunto. Otro de los comentarios escuchados, según fuentes del PP, es que ha sido Feijoo el que ha roto este «pacto» no firmado entre la Iglesia y el Partido Popular. Por primera vez en décadas, el PP va por libre por sus intereses políticos. Y la Iglesia empieza a ver que solo Vox está de su parte en este asunto.
El presidente del PP aseguró que una ley de plazos «bien construida» en esta materia le parece «correcta» y que «va en línea con la legislación de otros países europeos». En este sentido, Núñez Feijoo aseguró también que es «bueno» que el Tribunal Constitucional vaya Emarcando el camino de la constitucionalidad de las leyes» y, por tanto, es una «buena noticia».