El Gobierno encara este jueves las primeras votaciones del año en el Congreso con sus dos socios enfrentados por la Ley de Libertad Sexual o de ‘solo sí es sí’ y por la exclusión de los perros de caza de la Ley de Bienestar Animal, y a ello se unen discrepancias con sus aliados parlamentarios que podrían llevar incluso a que salga adelante la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
La votación de la Ley de Bienestar Animal, prevista para este jueves, no llega en el mejor momento para la coalición, que lleva días aireando sus discrepancias en torno a la Ley de Libertad Sexual que el PSOE quiere reformar con una proposición de ley que, para Unidas Podemos, supone una regresión.
La negociación entre los Ministerios de Justicia e Igualdad para corregir los «efectos indeseados» de la norma –«Y me quedo corto», dijo Pedro Sánchez– no llegó a buen puerto y el PSOE empezó la semana presentando el lunes unilateralmente su propia reforma.
Y con las espadas en alto llega este jueves la votación definitiva de los proyectos de Ley de Bienestar Animal. Aunque a principios de esta semana la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, daba por hecho que se va a probar, este mismo miércoles Podemos –junto a ERC, Bildu y Más País– han elevado la presión a los socialistas con una enmienda para incluir a los perros de caza en el texto, un punto que rechaza el PSOE.
El PP y Vox ya han anunciado que se opondrán a la norma, por lo que el PSOE necesita la ayuda de su socio de coalición. Desde Unidas Podemos recalcan que su posición es no dejar caer la ley, pero no confirman si su postura será un voto afirmativo o la abstención, que sería insuficiente.
Diversas fuentes de Unidas Podemos admiten que la norma está en peligro. Consideran que esta situación, sumada a las diferencias por el ‘solo sí es sí’ hacen que el conflicto entre los socios sea «grave», aunque subrayan que no hay riesgo de ruptura en el Ejecutivo.
Si no consiguieran llegar a un acuerdo y la votación es finalmente rechazada, sería la primera vez que el Gobierno no consigue aprobar un proyecto de ley en lo que va de legislatura. El PSOE y Unidas Podemos ya votaron en sentido diferente la Ley Audiovisual, aunque esta finalmente vio la luz por el apoyo del PP. Sin embargo en esta ocasión, esa posibilidad queda descartada por la negativa de los ‘populares’.
Sobre este conflicto se ha pronunciado esta mañana el coordinador de los diputados y senadores del PSC y miembro de la dirección del grupo socialista en el Congreso, José Zaragoza, que afirmó que Podemos se equivoca al buscar la «confrontación» y presentar enmiendas a la Ley de Bienestar Animal, aunque ha admitido que están en su derecho.
Y en la misma jornada llega la votación de la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, por sus «mentiras» en torno a la tragedia de la valla de Melilla de junio del pasado año. Aunque no va a ser apoyada por Unidas Podemos, podría salir adelante ya que el PP ha recabado el apoyo de partidos independentistas como ERC o Junts.
En este contexto, desde los socios del Gobierno han hecho llamamientos a rebajar el tono. En este sentido, la diputada y secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, ha defendido que en su partido están «tratando de actuar con responsabilidad y rigor», con la ley del ‘Solo sí es sí’ y ha hecho un llamamiento a que todos los grupos parlamentarios «se sumen a esa forma de trabajo y a esos marcos».
En este punto, ha hecho hincapié en que desde el PSOE van a «seguir trabajando en que haya un acuerdo, en negociar», ya que ahora mismo se abre un proceso donde los grupos van a poder presentar enmiendas y a partir de ahí los socialistas van a «hablar y a negociar con total normalidad».
Además fuentes de la dirección socialista precisan que siguen confiando en que existe margen para llegar a un acuerdo con los morados aunque indican que se deben abandonar las posiciones preconcebidas.
Respecto a la decisión de no esperar más a Podemos y presentar en solitario su propuesta de reforma de la ley del sólo sí es sí, sostienen que no se podía demorar más tiempo y que además la negociación llegó a un punto muerto y las propuestas que les trasladaban no permitían avanzar.
Desde Unidas Podemos, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, desplegó ayer un tono conciliador y llamó a la serenidad dentro del Gobierno, cuidar la coalición y actuar de forma unitaria ante el choque por la Ley solo sí es sí, destacando que el acuerdo será posible si se preserva el consentimiento como centro de la normativa.
Desde su entorno inciden en esta idea y recalcan que se llegará finalmente a un pacto y exhortan a bajar el tono de las declaraciones en ambos lados y bajar el ruido, que solo beneficia al PP. Una línea por la que abogan diversas ramas de Unidas Podemos.
La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha destacado que trabajan en un acuerdo, admitiendo la «discrepancia política» con el PSOE y refrenda la posición de Igualdad, abierta a cambios pero en ningún caso volver al Código Penal de la polémica sentencia de ‘La Manada’.
Eso sí, ha enfatizado que esta discrepancia es un ejemplo de la tensión que se ha vivido en diversos momentos de la legislatura y ha deslizado que Podemos, ante la ofensiva de la derecha contra la ley, defiende los avances feministas y «otra fuerza no», en alusión al PSOE.
Un clima que, según reconocen distintos sectores de Unidas Podemos, no beneficia a otras normas clave de la legislatura y que aún están pendientes como la Ley de Vivienda, con la regulación del alquiler, y la derogación de la Ley Mordaza.
En este sentido, fuentes de Unidas Podemos han criticado que el conflicto en la coalición es serio y excede el ámbito de la divergencia política, dado que el PSOE interviene o torpedea las leyes que impulsan el socio minoritario de la coalición.
Otros sectores del espacio confederal cargan las tintas en que la declaraciones de Llop es relevante y supone admitir que la reforma del PSOE prima el marco de la violencia e intimidación, es decir, plegarse a los planteamientos del PP.
Incluso algunas voces recriminan que la equivocación del PSOE es haber aireado en diciembre su intención de reformar la Ley solo ‘sí es sí’, en vez de cerrar filas con su socio, explicar los cambios a la ciudadanía y sondear internamente las opciones de retoques.
Y es que opinan los socialistas enseñaron al adversario su debilidad ante esta polémica y la derecha, ante esas señales, ha potenciado su estrategia para erosionarles.