A pesar de que el Covid-19 no se transmite de forma genital, está claro que durante las relaciones sexuales no hay un distanciamiento que mantengan a salvo a las personas que lo practican. Además, los besos, los abrazos, y todos los previos a las relaciones sexuales también implican un elevado riesgo de contagio a través de las vías respiratorias. ¿Debemos barajar la abstinencia entonces?
Precauciones vs abstinencia
Bastaría con tener unas precauciones básicas para tener relaciones sexuales en tiempos de coronavirus. La primera es evitar tener relaciones sexuales si no se tiene la seguridad de que las dos personas están libres del virus. Esto puede saberse por distintos medios. Por una parte, porque ambas personas lleven en aislamiento el tiempo necesario, y por otra, porque ambas personas no hayan tenido contacto con personas infectadas. Esta segunda opción es más complicada debido al alto número de personas contagiadas pero asintomáticas.
Todavía más extremas si cabe tienen que ser las precauciones de las personas con patologías relacionadas con enfermedades cardíacas, diabetes o enfermedades inmunológicas. En este caso, quizás habría que plantearse la abstinencia pues el peligro en caso de contagio es muy alto.
Si de todos modos se va a practicar sexo, deberían extremarse más que nunca las medidas de higiene. El lavado de manos es absolutamente vital tanto antes como después del sexo.
El sexo en tiempos de coronavirus
Aunque parezca un poco extremo, también se puede practicar el sexo con mascarillas – especialmente cuando hay sospechas de contagio o se presenten síntomas. Y también podemos dirigir las relaciones sexuales hacia posturas que impidan la relación directa cara a cara, o incluso optar por la masturbación.
Otra opción por la que está optando mucha gente es el cibersexo o el sexo telefónico. Dar rienda suelta a la imaginación de cada uno puede ser tan o más placentero que otras relaciones sexuales y en tiempos de coronavirus, parece que es la única forma segura de practicarlo.