Pedro Sánchez se fija en tu suegra para acabar con el cambio climático

La emergencia climática es una realidad que se ha puesto de manifiesto en los últimos años. Algo que también parece preocupar al Gobierno de España, que no sólo no ha dudado en crear un ministerio encargado de la Transición Ecológica dentro del Ejecutivo nacional, sino también de crear nuevas medidas y proyectos destinados a la reducción de los residuos y la protección de planeta. Proyectos que, ahora, «obligarán» a los españoles a tener que llevarse el «tupper» al supermercado.

Sin duda, el cuidado del medio ambiente, y la protección del planeta frente al consumismo y a la contaminación, se ha convertido en uno de los grandes desafíos internacionales del siglo XXI. Un desafío que preocupa dentro de las grandes entidades supranacionales, así como en muchos gobiernos que, con sus medidas nacionales, buscan ayudar a reducir la contaminación del planeta. Es el caso del propio Gobierno de España que, dentro de sus 22 departamentos ministeriales de esta legislatura, cuenta con un ministerio para la Transición Ecológica, así como otros departamentos que también buscan, dentro de sus competencias, fomentar el cuidado del planeta a través de diferentes normativas nacionales.

Normativas entre la que se encuentra el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, aprobada por el Consejo de Ministros, y que busca fomentar en el país la «economía circular» y, sobre todo, evitar el uso indiscriminado de envases de un solo uso, especialmente de plástico. Un decreto que afectará directamente a todos los españoles, pero que no parece prometer una reducción notable del uso de este tipo de embalajes por parte de las principales empresas distribuidoras.

PEDRO SÁNCHEZ TE HARÁ LLEVAR EL TUPPER AL SUPERMERCADO

Así pues, la normativa impulsada por el Gobierno de España propone obligar a aquellas tiendas de alimentación y supermercados con más de 400 metros cuadrados de superficie a disponer de un espacio en el que los usuarios puedan hacer sus compras «a granel«. O, lo que es lo mismo, hacer que los consumidores se lleven «el tupper» al supermercado para llenarlo allí con sus productos al peso.

Un plan que desde el decreto del Consejo de Ministros se ha defendido, asegurando que el objetivo es «fomentar la venta a granel de alimentos, especialmente en aquellos casos en los que el envase no aporta ningún valor añadido al producto». Una lucha contra el plástico que, sin embargo, se ha convertido en una imposición institucional a comercios y consumidores que, a partir de 2024, tendrán cada vez más complicado el poder ir al supermercado y a las tiendas con las manos vacías.

Eso sí, desde el Gobierno se ha estipulado en la normativa que esta situación siempre deberá producirse en condiciones sanitarias óptimas, permitiendo a los comercios rechazar aquellos envases de los usuarios que, según su apreciación, no cumplan con unas condiciones mínimas de higiene.

«Los comercios minoristas […] deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables por parte de los consumidores, que serán los responsables de su acondicionamiento y limpieza. Estos recipientes podrán ser rechazados por el comerciante si están manifiestamente sucios o no son adecuados» señalan desde la normativa.

LOS CONSUMIDORES SE QUEJAN DE SUS IMPOSICIONES

Una situación que no es del agrado de los consumidores que, en su gran mayoría, ven incrementarse el impuesto sobre el plástico en este 2023, así como sus obligaciones de ser «responsables» con el medio ambiente. Y es que, para muchos, los ciudadanos vuelven a ser el único objetivo de las medidas de Sánchez.

Unas medidas, en especial el nuevo Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, que sin embargo, sí contempla una exigencia a las empresas: la de hacerse responsables del plástico y los envases que producen.

«Los envases deberán diseñarse de manera que a lo largo de todo su ciclo de vida se reduzca su impacto ambiental y la generación de residuos, tanto en su fabricación como en su uso posterior, y de manera que se asegure que la valorización y eliminación de los envases que se han convertido en residuos se desarrolle sin poner en peligro la salud humana y sin dañar al medio ambiente, y de conformidad con el principio de jerarquía de residuos» destaca el Real Decreto sobre los productores de los envases.

Unas nuevas obligaciones en las que los productores de envases, tal y como ha podido saber este diario, deberán cambiar la forma de indicar el porcentaje de plástico de sus envases, así como buscar vías más «eco-friendly» para sus productos. Algo que, sin duda, parece ser un nuevo avance para satisfacer las necesidades del mundo en materia de reciclaje pero que, sin embargo, parece ser una obligación etérea para los fabricantes que, aún así, han reclamado al Gobierno más tiempo para poder asumir el impuesto creado por el Ejecutivo nacional al plástico. Impuestos y obligaciones que buscan cuidar del medio ambiente, pero que, una vez más, parecen ahogar a ciudadanos y pequeñas empresas desde los sillones del Gobierno nacional.