El ministro de Universidades, Joan Subirats, parece haberse quedado sin tiempo de legislatura para llevar a cabo dos de los proyectos más grandes que involucran a su departamento. Una situación que parece volver a poner en el punto de mira al ministro, que sigue sin haber demostrado un gran liderazgo dentro de su departamento en toda la legislatura. Tanto es así, que ha sido uno de los titulares ministeriales que menos ayudas parece haber querido dar en los últimos tiempos, estando prácticamente «abducido» por el liderazgo del Ministerio de Educación dirigido por Pilar Alegría.
El Gobierno de España es, bajo el mandato de Pedro Sánchez, uno de los más extensos que se recuerda en la historia reciente del país, contando con 22 ministerios. Departamentos que en ocasiones han sembrado la polémica, debido a la aparente duplicidad de funciones entre ellos, como es el caso del Ministerio de Educación, dirigido por Pilar Alegría, y el Ministerio de Universidades, gestionado por un Joan Subirats que parece completamente «desaparecido». Al menos, de cara a la gestión de su departamento, en muchas ocasiones bajo las decisiones finales de Pilar Alegría.
Un «ministerio en la sombra» que, sin embargo, parece que no será capaz de cumplir con algunos de sus principales compromisos dentro del Ejecutivo nacional. Y es que, a pocos meses de terminarse la actual legislatura, el ministro de Universidades parece estar convencido de que no llegará «a tiempo» para aprobar dos de los grandes proyectos que involucran a su departamento: la nueva Ley de Enseñanzas Artísticas Superiores, y el Estatuto del Becario, ambas en colaboración con el Ministerio de Trabajo y Economía Social de Yolanda Díaz.
«Si las elecciones son a finales de año, tendrán que disolverse las Cortes en noviembre. Es un poco justo»
«La complejidad del tema exige no legislar con precipitación. Creo que en el estado actual del tema, no sé si nos dará tiempo en esta legislatura para poderlo acabar» ha confesado Subirats en una entrevista, en la que considera que los meses que quedan antes de las elecciones generales, que presumiblemente se celebrarán en diciembre de 2023, no serán suficientes para llevar a cabo estas iniciativas de su ministerio. «Si las elecciones son a finales de año, tendrán que disolverse las Cortes en noviembre. Es un poco justo» ha lamentado el ministro.
Retrasos evidentes en la nueva Ley de Enseñanzas Artísticas Superiores, que también se repite en el caso del Estatuto del Becario. Un proyecto que el propio ministro Subirats ha considerado de gran importancia, y que habría sido «fantástico» conseguirlo en esta legislatura; algo que parece casi imposible debido a la falta de acuerdo entre el departamento de Yolanda Díaz y los agentes sociales, siendo la única constante el hecho de que este Estatuto se gestionará «como un proyecto de ley». Presumiblemente, según las palabras del ministro, después de las próximas elecciones nacionales.
A SUBIRATS SE LE OLVIDA SU PROPIO MINISTERIO
Un evidente retraso en los dos grandes proyectos del Ministerio de Universidades que parece demostrar que, a pesar de la aparente buena disposición de Joan Subirats para gestionar su departamento durante esta legislatura, la duplicidad de responsabilidades y ministerios se ha convertido en una auténtica traba para conseguir los objetivos del departamento de Universidades. Al menos, en esta legislatura.
Un impedimento que, sin embargo, no parece justificar la falta de acción por parte del ministro en otros ámbitos del ministerio de Universidades. Especialmente, en lo que se refiere a las subvenciones y la aprobación de contratos desde su departamento.
Y es que, tal y como ha podido saber Moncloa.com, parece que el ministro Subirats no solo tiene problemas en conocer cuáles son exactamente sus funciones dentro del Ministerio de Universidades, en relación al resto de ministerios que componen el Gobierno de España, sino que también parece no tener del todo claras sus competencias a la hora de gastar el Presupuesto de su departamento. Al menos, en estos últimos meses.
En concreto, el ministro de Universidades no ha realizado ningún gasto público, en cuanto a contrataciones, desde el pasado mes de noviembre. Más de dos meses de inactividad que se suman a las confesiones de Subirats sobre su falta de tiempo para llevar a cabo las medidas estrella de su ministerio y que demuestran que, una vez más, el Ministerio de Universidades se rodea de polémica ante la duplicidad de responsabilidades que lo hacen cada vez más ineficaz, a pocos meses de las elecciones nacionales.