La vicepresidenta tercera del Gobierno y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha insistido en mantener el calendario de cierre de las plantas nucleares catalanas: «Hay que ser cuidadosos para no cometer el error de anticipar cierres cuando no es claro cuál es el sustitutivo», ha avisado.
«Si es capaz de sustituir esta potencia con energías renovables en el territorio para este plazo, lo hablaremos», ha replicado a la propuesta del Govern de avanzar los cierres, en una entrevista en ‘El Punt Avui’ de este lunes.
La vicepresidenta ha asegurado que el Gobierno estudiará «si el BarMar puede ser una autopista energética con un trazado de hidrógeno y un trazado eléctrico» y ha señalado que, si bien la distancia aumenta la pérdida de electricidad, el coste adicional de aprovechar la obra de ingeniería es menor que el de buscar un recorrido alternativo.
Ha cifrado en más de 4.500 millones de euros el ahorro que ha supuesto la ‘excepción ibérica’, que ha vuelto a calificar de temporal, y ha confiado en aprobar la reforma del mercado eléctrico a escala europea «antes que acabe el mandato de la Comisión Europea, es decir, el 2023 o principios del 2024».
Ribera ha considerado que las comercializadoras eléctricas y gasistas «se sintieron desbordadas, por las razones que fueran, y no tenían esta agilidad con las peticiones de usuarios» de cambiar de tarifa o acogerse al ‘bono social’, si bien ha subrayado que han mejorado con el tiempo y que están sometidas a una tensión trepidante, en sus palabras.
Ha instado a las compañías eléctricas a que sus «beneficios sean razonables» y a que destinen una parte de los extraordinarios al retorno a la ciudadanía.