El escándalo desvelado por ABC por los presuntos cobros irregulares de Francisco Álvarez Cascos tiene efectos colaterales en el siempre movido entorno de Beatriz Fanjul. Uno de los hijos del ex vicepresidente del Gobierno de Aznar, Alfonso, número cuatro de la formación de Fanjul, ve amenazada su incipiente carrera política en el PP. Fuentes de Génova aseguran a MONCLOA.COM que el joven dirigente estaba ya en el punto de mira del PP de Isabel Díaz Ayuso, al margen de las informaciones de ABC sobre su padre.
El joven Álvarez Cascos, con un notable parecido a su padre, estaba entrando en la órbita de Almeida merced a su amistad con la dirigente Beatriz Fanjul. La presidenta del Nuevas Generaciones (NNGG) del PP ha logrado colocar a algunos de sus más preciados colaboradores en el entorno de Cibeles, cobrando como asesores del Ayuntamiento de Madrid. Así, se juntan dos cosas que no gustan en la nueva Génova: Fanjul y el entorno del alcalde de Madrid.
Fanjul, fruto de los tiempos de gobernanza de Pablo Casado, lleva tiempo señalada por la nueva dirección del PP como una política bajo sospecha. De hecho, ya estuvo señalada y hasta castigada en tiempos de Pablo Casado, por comportamientos poco esperados en una dirigente nacional de un partido y diputada del Congreso de los Diputados. Su estrepitoso mitin en Alcalá de Henares en mayo de 2021 –“eso es Ayuso, lo malo por conocer”- le supuso un castigo de la dirección del PP, consistente en no aparecer en acto público alguno durante una temporada.
Tanto Fanjul como su entorno están bajo sospecha para la planta noble de Génova, y también para la primera planta, donde está la sede del PP de Madrid que gobierna Alfonso Serrano en nombre de Isabel Díaz Ayuso. Y entre las personas que están bajo la lupa se encuentra Alfonso Álvarez Cascos.
HEREDERO POLÍTICO DE PACO ÁLVAREZ CASCOS
Alfonso Álvarez Cascos es el mayor de los dos hijos del matrimonio del ex vicepresidente con Gema Ruiz, aquella militante cordobesa con la que tuvo un flechazo que hizo conmover los cimientos de relaciones tan sólidas como las que mantenía con Aznar y Ana Botella. Tras tener dos hijos, la pareja se disolvió y Álvarez Cascos (FAC, su acrónimo de la época) inició una nueva relación, con la galerista Ana Porto. Alfonso, un calco físico de su padre, no tardó en seguir los pasos políticos de su progenitor, en este caso afiliándose a NNGG.
El joven Álvarez Cascos está conectado a un entorno político muy concreto, cercano a Beatriz Fanjul y sus acólitos. Singularmente a Miguel Ángel Sastre Uya, coordinador nacional de NNGG, nominalmente el número tres de la formación, aunque en realidad la verdadera mano derecha de Fanjul, ya que el secretario general no es de su confianza política. Sastre Uya, arquitecto de formación, gaditano, encontró acomodo en el Ayuntamiento de Madrid, donde es asesor con nivel 28 y un salario en torno a los 60.000 euros anuales.
Beatriz Fanjul es, tal como han manifestado ambos, una de las personas más cercanas al alcalde de Madrid, parte de ese “entorno” que en Génova no gusta. A sotavento de Fanjul Cibeles fichó también a Marcos Herrero Martínez-Tutor, letrado de las Cortes de Castilla y León y con manifiesta amistad con la diputada vasca, si bien su paso por la Alcaldía fue fugaz. Allí también está otro de los amigos de Fanjul (con quien sale a a menudo en sus redes sociales) de NNGG, Rubén Gil, asesor con nivel 26 y un salario estimado de unos 60.000 euros.
EL CASO DE LOS ESPÍAS
La cercanía de Álvarez Cascos a Fanjul y a Almeida no ayuda a ser bien visto en el entorno de Díaz Ayuso, pero aún menos que el actual marido de su madre se viera señalado como quien informó a la dirección del partido del cobro de comisiones del hermano de la presidenta. Juan Díaz, alcalde de Higuera de las Dueñas (Ávila) y abogado de banca privada, fue señalado (él lo desmintió) como la persona que alertó al PP de que Daniel Alcázar y Tomás Díaz Ayuso habían cobrado una comisión (hecho luego confirmado por la propia Ayuso) en la venta de material sanitario. De esa información y los intentos de confirmación surgió el escandaloso caso de espionaje que acabó con la implosión interna y la carrera de Pablo Casado.
Si la ejecutiva de Beatriz Fanjul estaba tan cuestionada como ella, estos hechos pusieron una diana sobre las espaldas del joven Alfonso Álvarez Cascos. Un apellido que marca, para bien o para mal. El escándalo de su padre, del que el joven Alfonso no es responsable, pueden acabar tanto con su corta carrera política, que solo empieza, como las peligrosas amistades en torno a Beatriz Fanjul.