Si a algún español le quedaban dudas de que Pedro Sánchez pactaría con los independentistas catalanes para que puedan concretar su proyecto de buscar la independencia en Cataluña, las declaraciones de Pere Aragonés, presidente de la Generalitat, lo ha dejado muy claro: ya está todo listo para comenzar un nuevo camino que los lleve a buscar la separación definitiva de España y todo dependerá de cuándo se realicen las elecciones generales del próximo año.
En 2023 volverá la tensión, pues Aragonés lo dejó claro en su mensaje navideño, que su intención será que en el próximo año Cataluña vuelva a decidir, y sin mencionar la palabra referendo, el mandatario regional lanzó el mensaje de que los independentistas tendrán la clara intención de retomar las ideas separatistas de 2017, pero esta vez, con el aval del Gobierno de Pedro Sánchez.
Sin embargo, la condición que desde el Gobierno le han puesto a Aragonés, para que deje caer el tema en la opinión pública, es que no se hará ninguna consulta antes de que se celebren las elecciones generales, con las cuales el PSOE busca quedarse en el poder y Pedro Sánchez aspira a seguir gobernando España, al menos por un periodo más.
Esa fue la premisa para llegar al acuerdo entre el Ejecutivo y los independentistas: no se hará nada en concreto hasta que esté garantizada la continuidad en poder, pues todos tienen claro que permitir que el movimiento independentista catalán tome fuerza provocaría un daño terrible en la reputación del Gobierno y esto podría tener consecuencias indeseables en los resultados de las próximas elecciones generales, donde el PSOE hará lo imposible por obtener mayoría suficiente para no tener que hacer nuevos pactos con socios como los que tuvo que hacer para llevar a Pedro Sánchez al poder.
Aragonés le ha dejado claro al Ejecutivo que todas las concesiones que ha hecho, como eliminar el delito de sedición, la reforma del delito de malversación, además de la concesión de los indultos a los condenados por el Tribunal Supremo en 2019, no ha sido suficiente, por lo que no desistirán en impulsar una nueva iniciativa con la que pretenden dar el zarpazo final al Gobierno para procurar la separación de Cataluña de España, tal como intentaron hacerlo en 2017, pues ahora tienen las herramientas jurídicas que les permitirían sacar adelante el proyecto independentista.
Las palabras de Aragonés en su mensaje institucional ya comenzaron a generar reacciones, pues desde hace semanas ya cuando se comenzó a hablar de la eliminación del delito de sedición y el propio Pedro Sánchez alardeó de la necesidad de desjudicializar las ansias independentistas de los catalanes, y ahora han sido varios los políticos de la oposición que han salido al paso para advertir las consecuencias del pacto entre el presidente de Gobierno y sus socios catalanes.
«Los independentistas nunca soñaron ir tan rápido y llegar tan lejos» sentenció Cuca Gamarra, la número dos del Partido Popular tras el mensaje de Aragones, mientras que advirtió que ya estaba claro que intentarían la separación de Cataluña una vez más, bajo el amparo del Gobierno.
«Aragonés reconoce lo que venimos denunciando: el separatismo está encantado con que Pedro Sánchez haya convertido la Moncloa en la nueva sede del procés. Esta vez, más humillante para los constitucionalistas catalanes porque cuenta con el impulso del Gobierno de España”, comentó a través de su cuenta de Twitter Carlos Carrizosa, presidente del grupo parlamentario de Ciudadanos en Cataluña.
Todos coinciden en señalar a Pedro Sánchez como el gran responsable de los caprichos independentistas catalanes, pues han utilizado la alianza con el Gobierno para ir allanando el terreno con la intención de darle forma al proyecto político, por lo que a partir de ahora se espera que comiencen, nuevamente los planes separatistas a coger forma, para ponerle una fecha a una consulta que podría celebrarse el próximo año, si el PSOE logra volver a formar Gobierno tras las elecciones generales, que en principio están pautadas para noviembre de 2023, pero que también se ha manejado la opción de que puedan ser adelantadas para antes del verano y después de las autonómicas y municipales, que serán en mayo.
Todo parece indicar que la estocada final del independentismo catalán será en algún momento del próximo año, pero mientras se consolida, le tocará a Pedro Sánchez moverse con cuidado porque cualquier paso en falso podría ponerle más plomo en el ala y pasarle la factura en el momento de medirse en las urnas.