Marlaska da la espalda al Renault ‘made in Spain’ y dota a la Guardia Civil de un modelo fabricado en Corea y Rusia

A muchos ha sorprendido. Especialmente por el hecho de que no hay coche más «español» que el Renault Austral dado que la mayoría de los modelos se fabrican en nuestro país, en la factoría de Palencia. Pero el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha tomado la decisión de dotar a la Guardia Civil de un modelo que solo se fabrica en Corea del Sur y en Rusia: el Arkana. Literalmente, ofrecen potencias idénticas dado que montan el mismo motor. De espacio interior también andan con las mismas dimensiones, pero Marlaska ha pagado a Renault  4,6 millones de euros para adquirir 150 coches de este modelo dando la espalda a la factoría española. Este detalle no ha pasado desapercibido en el Gobierno, pero finalmente ha ganado el Arkana.

El punto de partida del Austral es la versión ‘mild hybrid’ de 140 CV se puede adquirir desde 30.900 euros. El caso del Arkana es prácticamente igual. No hay una justificación real que haya llevado al Ministerio del Interior a tomar esta decisión que viene acompañada de la compra de coches eléctricos con poca autonomía, pero lo cierto es que la factoría de Palencia no ensamblará los modelos que vayan a dotar a la Guardia Civil. Son del distintivo ambiental ECO, al igual que el Austral, pero no parece que haya sido un argumento de peso el intentar dar algo más de trabajo a una factoría en Palencia que ya acumula más de 2.000 pedidos en España. El punto es especialmente delicado porque en los planes de Renault a medio plazo no se contemplan grandes inversiones en nuestro país, algo que ha dado más de un quebradero de cabeza al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que rige María Reyes Maroto.

El Renault Austral ha devuelto la vida a la factoría de Palencia hasta el punto de que se han sumado 600 trabajadores nuevos a la factoría de la región. Ha sido una auténtica revolución que desde el Gobierno se celebró a nivel interno de forma intensa. La salida de Nissan de Barcelona y las tímidas amenazas de Renault con que no habría nuevas inversiones potentes en España dejó al Ejecutivo en general y al ministerio de Reyes Maroto en particular temblando. Sin embargo, llegó el Austral y todo cambió pese a que Marlaska haya roto esa dinámica de potenciar y movilizar la industria interna para garantizar que no haya sorpresas. Es cierto que comparado con esos 2000 pedidos de un nuevo Austral estos 150 coches podrían parecer pocos, pero desde el Gobierno, concretamente desde el Ministerio de Industria, entienden que no hay sido un paso acertado comprar un modelo que se produce en Corea y hasta hace poco en Rusia teniendo uno prácticamente idéntico que es made in Spain.

RENAULT SE QUIERE IR A FRANCIA

Renault siempre ha sido una de las marcas que más ha apostado por nuestro país, pero últimamente es cierto que no parece que la sintonía entre el Gobierno y el fabricante sea la misma. La política a largo plazo de la marca francesa es, precisamente, invertir en su hub en Francia. Cuantas más fábricas se monten en el país, más se potenciará la economía interna. Algo que ha asustado enormemente a un Ministerio de Industria que esperaba alguna potente inversión por parte de Renault en nuestro país. Si a esto le sumamos que el Gobierno no parece actuar en sintonía con nuestras propias fábricas, el resultado es ese descontento que se vive en el Ejecutivo.

En Renault Austral se ha convertido en el gran salvador de la factoría de Palencia. Es un modelo nuevo, rompedor y llamativo que bien podría haberse serigrafiado con los colores blanco y verde como sí han hecho con el Arkana, modelo solo fabricado en Corea del Sur y hasta 2022 en Rusia. El Ministerio del Interior no parece haber tenido en cuenta, según detallan fuentes del Ejecutivo, este componente «patriótico» de comprar y dotar a los agentes de coches 100% made in Spain. En su lugar, esa inversión de 4,6 millones ha ido a potenciar una factoría que está a miles de kilómetros de aquí. Pese a que se ha pagado a la marca, no parece que Interior haya tenido en cuenta las pretensiones de Industria. La desconexión entre Reyes Maroto y Marlaska ha sido total y absoluta.