El chavismo no cesa en su intento de lavar la imagen internacional del empresario colombiano Alex Saab, señalado de ser el principal testaferro de Nicolás Maduro, quien se encuentra preso en Estados Unidos y será juzgado por lavado de dinero. Esta semana se han centrado en mover sus hilos en Europa y especialmente en España, donde la cónsul de Venezuela en Bilbao, Glenna Cabello, hermana de Diosdado Cabello, ha sido la encargada de liderar todo el movimiento.
Bajo el lema #FreeAlexSaab, los miembros del chavismo han desarrollado toda una estrategia internacional para lavar la imagen de este empresario, que mediante toda una trama corrupta con el régimen de Nicolás Maduro, se encargó de importar a Venezuela alimentos de baja calidad y combustible, desde 2016, cuando comenzó la crisis económica en el país caribeño. El último episodio de esta novela política del chavismo ha sido la proyección de un documental sobre la vida y obra de este personaje, que ocurrió el pasado 14 de diciembre en la sede del consulado de Venezuela en Bilbao.
El evento estuvo encabezado por la hermana del número dos del chavismo, Glenna Cabello, quien desde su llegada a España como cónsul no ha hecho otra cosa que dedicarse a hacer propaganda política con los partidos socialistas de la región y ahora suma esta nueva causa a su agenda de los encargos enviados desde Venezuela, para promocionar a la dictadura de Nicolás Maduro.
El show de la exhibición del documental incluyó además de las palabras de la cónsul chavista una serie de fotografías con «líderes» políticos de esa región española, quienes se prestaron para salir en la imagen con un cartel que ponía #FreeAlexSaab, que ha sido el lema de la campaña internacional a favor del empresario colombiano preso en Estados Unidos, cuyo juicio comenzó esta semana en un tribunal de Florida.
El régimen de Nicolás Maduro ha querido hacerle ver al mundo que Saab era un diplomático venezolano, secuestrado por las autoridades norteamericanas, que lo extraditaron desde Cabo Verde, en octubre de 2021, para procesarlo por la presunta comisión de delitos de lavado de dinero por sus negocios con el chavismo en Venezuela.
Desde que fue capturado en el país africano en junio de 2020, los funcionarios de la dictadura chavista se han encargado de mover todas sus influencias alrededor del mundo para denunciar la captura de este empresario colombiano y hacer ver como que se trató de un secuestro por parte de las autoridades norteamericanas, como represalia contra el régimen de Nicolás Maduro.
Los movimientos del chavismo han estado enfocados en defender al empresario que es juzgado por lavado de dinero, por todos los negocios que hizo con el régimen de Nicolás Maduro y diversos socios que proporcionaban los alimentos de baja calidad que eran vendidos a la población a través del programa del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), que eran vendidos a las venezolanos a precio preferencial.
La dictadura chavista insiste en defender la imagen de Saab y lo han intentado utilizar hasta en las mesas de negociación con la oposición venezolana, intentando designarlo como uno de los funcionarios del régimen para procurar que Estados Unidos lo liberara, con la excusa de que era parte de las negociaciones, y más recientemente incorporaron a la última sesión de conversaciones a Camila Fabri, esposa del empresario de origen colombiano.
Glenna Cabello fue trasladada desde Francia a Bilbao con la misión de comenzar a gestionar la reconciliación del Reino de España con la dictadura de Nicolás Maduro y suavizar la tensión que dejó la intención de Delcy Rodríguez de ingresar a territorio español, en 2020, cuando se generó un escándalo por la llegada de la vicepresidenta de la dictadura venezolana.
Esta misma semana también se pronunció a favor de Alex Saab un diputado del Parlamento Europeo, perteneciente al Partido Comunista Español, quien pidió la libertad del empresario preso en Estado Unidos y dijo que su detención constituía una violación al derecho internacional.
Manuel Pineda aprovechó su intervención en el organismo internacional para abogar por la supuesta inocencia del empresario colombiano y cuestionó el hecho de que Estados Unidos intentase juzgar si era válida o no la inmunidad que le daba el régimen venezolano para intentar evitar que la justicia norteamericana le pusiera las manos encima y lo juzgara por los delitos que lo investigaban.
Según el eurodiputado, las investigaciones de Estados Unidos contra Alex Saab, son un desprecio hacia las leyes internacionales y defendió las acciones de este personaje, alegando que «a pesar de la guerra económica que vive Venezuela, este diplomático» llevó al país alimentos y medicinas.