domingo, 24 noviembre 2024

Irene Montero se esconde detrás del titular de Exteriores en la crisis de Irán

El futbolista profesional iraní Amir Nasr-Azadani, de 26 años, ha sido condenado a muerte por el Gobierno de Irán por haber participado activamente en las protestas del país a favor de los derechos de las mujeres en Irán. Un nuevo caso de represión del Gobierno iraní contra las protestas iraníes que han desatado nuevas críticas internacionales contra el país. Críticas que, en España, han estado lideradas por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien no ha dudado en cargar contra este atropello a los derechos humanos; eso sí, mientras la ministra de Igualdad, Irene Montero, decidía mantener el silencio, una vez más, ante esta situación, que afecta de forma directa a la libertad y el derecho de la mujer.

Continúan las revueltas feministas en Irán después de semanas de enfrentamientos entre los ciudadanos y las fuerzas de represión del Gobierno. Unas revueltas que comenzaban después de la detención y muerte de la joven Mahsa Amini por no llevar bien colocado el velo de la religión musulmana en el país. Revueltas que, además, cuentan cada vez con más apoyo a nivel internacional, con las declaraciones de diferentes representantes nacionales e internacionales, así como más apoyo nacional, por parte de población, hombres y mujeres, cansados del estricto régimen de Irán.

Situación de enfrentamiento civil que ha llevado al Gobierno de Irán a detener a centenares de personas, y a condenar a muerte a multitud de manifestantes feministas, tanto hombres y mujeres, con el pretexto de haber «traicionado a la patria». Entre ellos, el futbolista de 26 años Amir Nasr-Azadani, que ha sido condenado a muerte por su participación en las revueltas, provocando la indignación tanto de su club como de la ciudadanía.

«Exigimos que se elimine inmediatamente su sentencia» destacan desde el sindicato internacional de jugadores, que han lamentado que el jugador «pague el precio máximo por sus protestas» después de haber sido amenazado, junto a su familia, en diversas ocasiones, y siendo esta condena una demostración más del Gobierno iraní contra los derechos humanos de sus propios ciudadanos.

ALBARES REACCIONA ANTE LA SITUACIÓN IRANÍ

Una situación ante la que los principales líderes internacionales no han dudado en posicionarse a favor de los rebeldes iraníes, defendiendo la necesidad de proteger los derechos humanos, y en especial de las mujeres, ante las pretensiones del Gobierno del país. Entre ellos, ha sido el Gobierno de España el que, a través del Ministerio de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, no ha dudado en mostrar su apoyo a los revolucionarios.

«Es una situación totalmente inaceptable» ha asegurado el titular del ministerio, José Manuel Albares, en su llegada al Consejo de Asuntos Exteriores de la UE. Una crítica en la que ha lamentado que se «multipliquen las detenciones, los fallecimientos de manera violenta, y las condenas de muerte».

«Hemos condenado ya claramente las ejecuciones en Irán, y lo seguiremos haciendo» ha subrayado, confiando en que los europeos consigan «una posición fuerte y común contra esta situación que ya dura demasiado». Y es que, tal y como ha destacado el titular de Exteriores, no se puede seguir «permitiendo que se sigan violando los derechos humanos» en Irán, tanto de las mujeres, como de aquellos que hayan decidido abierta y voluntariamente defender el feminismo en el país.

IRENE MONTERO MANTIENE SU «SILENCIO FEMINISTA»

Una posición del ministro de Exteriores que ha dejado clara la postura del Gobierno de España con respecto a las revueltas feministas en Irán. Al menos, en lo que se refiere al lado socialista del Ejecutivo nacional.

Y es que, mientras que José Manuel Albares no ha dudado en posicionarse como el claro líder del Gobierno español frente a los abusos del Ejecutivo iraní, lo cierto es que una de las principales «afectadas» por este conflicto de forma política, Irene Montero, ha evitado hacer declaraciones, a pesar de que las revueltas llevan semanas produciéndose.

Así pues, a pesar de las muchas críticas que se han producido a nivel internacional contra el abuso del Gobierno de Irán, lo cierto es que la ministra de Igualdad, Irene Montero, sigue manteniendo el silencio ante esta cuestión. Un silencio que parece contradecir la defensa de la ministra morada, no sólo de los derechos de la mujer, sino también la defensa del feminismo que, sin embargo, centra gran parte de sus campañas desde el departamento de Igualdad.