El Gobierno está convencido de que el calendario de desescalada y apertura de fronteras prudente y garantista contribuirá a que España sea percibida como un destino seguro en el momento en que la frontera vuelva a abrirse al turismo, han explicado este viernes fuentes diplomáticas.
Las fuentes han defendido que las medidas que ha adoptado España –cierre de fronteras Schengen y cuarentena de 14 días para quienes entren en el país, que son fundamentalmente turistas repatriados– están en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea, que apuestan por basar la desescalada en la situación epidemiológica de cada país.
Así, señalan que la Comisión Europea no ha planteado la creación de ‘corredores’, pero sí asumen que comenzará a verse cierta movilidad entre países que tengan situaciones epidemiológicas análogas, a medida que éstos consideren que tienen controlada la situación sanitaria y pueden gestionar el riesgo de contagios importados.
La posición del Gobierno es que cuando las fronteras se abran, cosa que no sucederá hasta que termine la ‘fase 3’, podrá demostrar que la situación sanitaria española es la adecuada.
España, insisten, abrirá su frontera cuando la situación epidemiológica esté controlada y esté garantizada la capacidad de controlar los posibles casos importados que surgirán cuando se abran las fronteras, y asumen que otros países están trabajando con criterios similares.
En paralelo, los Gobiernos están discutiendo las condiciones para la reapertura de las fronteras, para que cuando cada país tome la decisión se rija por una serie de principios comunes, entre ellos la no discriminación entre ciudadanos del área Schengen.
Así, el meollo del debate europeo está en decidir los criterios y controles sanitarios en frontera, las medidas de seguridad en transportes, alojamientos y aeropuertos.
Todo ello se refiere a las fronteras entre países del área Schengen porque la frontera exterior, que de momento está cerrada hasta el 15 de junio, tardará más en abrirse, según las mismas fuentes.
RESTRICCIONES EN LA UE
Según un recuento elaborado por Exteriores, la mayor parte de países del área Schengen exigen o aconsejan algún tipo de cuarentena para los viajeros. Italia lo hará hasta el 3 de junio y Grecia hasta el 15; Malta también impone 14 días, igual que Eslovaquia, Polonia, Lituania, Letonia o Noruega. Fuera del área Schengen, Reino Unido e Irlanda también imponen cuarentena de 14 días.
En algunos, como Chipre, Eslovaquia y Hungría, la cuarentena –en los dos primeros en instalaciones del Estado– depende de un test en frontera. República Checa impone cuarentena si no se muestra un PCR negativo en frontera.
Francia no la ha impuesto a los países del área Schengen, salvo por reciprocidad –como es el caso de España–, ni tampoco Luxemburgo ni Suiza. Bélgica sí obliga a una cuarentena salvo a los viajeros en tránsito o en viajes esenciales. Países Bajos impone cuarentena a quienes lleguen desde áreas de alto riesgo epidemiológico, igual que en Portugal, Rumanía o Islandia.
En Alemania la cuarentena se levantó el 14 de mayo pero se recomienda una cuarentena de 14 días, aplicada por los Länder. Otros países han empezado a relajar las restricciones de viaje, en particular con sus vecinos: entre los tres países bálticos hay libre movilidad, Suiza ha acordado con los países fronterizos abrir el 15 de junio. Desde el 1 de junio se podrá viajar entre Bulgaria, Grecia, Rumanía y Serbia.