La ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, tiene una agenda internacional bastante ocupada para los próximos días, pues se encuentra, como se refieren los chavistas a la espada de Simón Bolívar, de gira por América Latina, con la intención de aprovechar la ola socialista de la región, para hacer contactos que la lleven a darle fuerza a su proyecto político Sumar, que tímidamente comienza a sonar en las encuestas.
La líder de Sumar hizo una parada inicial por Uruguay para reunirse con las autoridades de ese país, en especial con la vicepresidenta Beatriz Argimón, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres y con los representantes de las centrales sindicales PIT-CNT.
Sin embargo, el punto más crítico de la agenda de la vicepresidenta segunda de España es la participación que tendrá el próximo lunes en la Ciudad de Buenos Aires en un evento de respaldo a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien esta misma semana fue sentenciada por un tribunal de su país, a pagar seis años de prisión y fue inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos, por corrupción.
A este evento al que planea asistir Yolanda Díaz, como parte de una mesa de debate, estarán también, los ex presidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Pepe Mujica (Uruguay), José Luis Rodríguez Zapatero (España), y Ernesto Samper (Colombia), para debatir sobre la sentencia que condenó a la también expresidenta del país suramericano.
Lo curioso de este encuentro al que planea asistir la ministra Díaz es que ocurre justo en este momento, cuando su plataforma Sumar trata de sacar del mapa político español a Unidas Podemos y el clima de confrontación con la formación morada se ha hecho más evidente, a propósito de toda la polémica surgida a raíz de la aplicación de la Ley del Solo Sí es Sí, que ha rebajado las sentencias de personas condenadas por cometer abuso sexual y que tiene en la mira a la ministra Irene Montero, quien justamente es una de las españolas que aparece como fundadora del Grupo de Puebla.
Yolanda Díaz ha tratado de mantenerse al margen de la polémica, tras todos los señalamientos que se han hecho contra Montero y ha sido acusada por el exmarido de la ministra de Igualdad, Pablo Iglesias, de hacerse la desentendida cuando los ataques se hicieron más crudos, por lo que los líderes del partido morado se han dedicado a restarle importancia a todo el movimientos que la ministra del Trabajo está realizando para sumar a la izquierda española, dejando de lado a las piezas más fuertes de Podemos.
Las aspiraciones de Yolanda Díaz son las de convertirse en la sucesora de Pedro Sánchez en la presidencia de España y pese a que ha asegurado que no se presentará con Sumar a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, el planteamiento político de la ministra del Trabajo es aglutinar toda la fuerza de la izquierda para llegar a las elecciones generales del próximo año, pero en este momento, para la funcionaria es clave reactivar las conexiones políticas con los gobiernos de izquierda que se han instalado en los países de América Latina, para buscar apoyos que la puedan ayudar a llegar a su meta política.
A finales de noviembre Díaz también estuvo por México, donde hay otro Gobierno socialista, con la excusa de sostener relaciones con su homóloga mexicana, Luisa María Alcalde Luján, con quien ha firmado un memorando conjunto para incrementar la colaboración y la asistencia técnica en materia laboral entre México y España.
Mientras Juan Calos Monedero y Pablo Iglesias, principales detractores de los movimientos políticos que está haciendo Yolanda Díaz, tratan de vender sus ideologías y consejos de izquierda entre los gobiernos socialistas de América Latina, para la ministra de Trabajo y líder de sumar la premisa en este momento es venderse como una figura política de peso dentro de la izquierda española, que ha surgido como alternativa al «desastre» en el que se ha convertido Unidas Podemos, pues mientras «el dúo de la historia» ve con ojos lucrativos a los gobiernos socialistas latinoamericanos, la segunda vicepresidenta ve en ellos la oportunidad de atraer apoyos para su proyecto político.
Para nadie es un secreto el pasado chavista de la ahora ministra Yolanda Díaz, de quien existen videos alabándolo y deseando su mejoría, en la época en la que el fallecido dictador venezolano estaba vivo y padecía un cáncer que lo mantuvo separado del poder hasta que falleció en marzo de 2013, y a quien la líder de Sumar calificó como el «más digno libertador» y le reconocía la intención de lograr la «unidad de los pueblos de América», que al día de hoy están todos en manos de gobiernos y regímenes socialistas en los que la ministra de Trabajo busca apoyos para sacar adelante su proyecto político en España.