sábado, 23 noviembre 2024

Coromoto Godoy, el embrollo diplomático que Maduro le ha facturado al ministro Albares

En el Ministerio de Asuntos Exteriores (MAE) tienen muy claro que los movimientos que han hecho para reconocer a Nicolás Maduro y a la embajadora que ha enviado a España, Coromoto Godoy, podría tener un gran costo político de cara a las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en el país en mayo del próximo año, por lo que han reconocido que la tendrán en el país, pero sin otorgarle el placet para que asuma las funciones oficiales de un embajador.

Para las autoridades del despacho que dirige José Manuel Albares la situación se complica, pues en la actualidad hay dos embajadores de Venezuela en el país y el organismo a evitado, a toda costa, dar una respuesta oficial sobre esta situación, a pesar de que la información ya es del dominio público, pues lo que más les preocupa, en este momento, es que la colonia venezolana en el país, que ya supera el medio millón de personas, se les ponga en contra, pues saben que allí hay una oportunidad de captar cierta cantidad de votos y que no son precisamente votos socialistas.

En una reunión que se celebró la semana pasada en el MAE, con los representantes de la embajada de Venezuela, designados por el presidente interino Juan Guaidó, y el subdirector general de Países Andinos, Antonio García Roger y otros funcionarios españoles, quedó claro que las autoridades están consientes de la llegada de Coromoto Godoy a España y que ella estará en el país con funciones de «encargada de negocios», pero que no con las responsabilidades de un embajador, pues de entregarle las credenciales que requiere, quedaría oficializado el reconocimiento al dictador Nicolás Maduro, y no es lo que quieren las autoridades españolas, a pesar del continuo conqueteo entre las autoridades de ambos países por «retomar» las relaciones con fines económicos.

La supuesta embajadora de Nicolás Maduro llegó a España el pasado 15 de octubre, procedente de la India, donde también tenía un cargo diplomático, y llegó en reemplazo de Mauricio Rodríguez, quien estuvo hasta el mes pasado como encargado de negocios de Venezuela en España.

En Moncloa.com envió un correo electrónico a la embajada de Venezuela en España, para confirmar en calidad de qué se encuentra Godoy en el país, pero desde hace más de dos semanas no ha recibido respuesta a las interrogantes que se hicieron. No obstante, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, las autoridades del organismo niegan reuniones oficiales con Coromoto y señalaron que la supuesta embajadora de Nicolás Maduro no había sido recibida por ninguna autoridad del país, de manera oficial, por lo que ella está solo designada por la dictadura venezolana, para ocupar el cargo diplomático, sin haber recibido por parte de Reino de España ninguna credencial que la identifique como tal.

Para las autoridades españolas también es muy desconcertante la relación tan «cercana » que la supuesta embajadora tiene con el dictador venezolano y la influencia que esto pueda tener en las relaciones con la comunidad venezolana en España, pues les ha llamado la atención las gestiones que esta funcionaria chavista hizo cuando estaba destacada en Trinidad & Tobago, donde gestionó la expulsión de por lo menos 82 venezolanos que intentaron pedir refugio en la isla caribeña, por lo que les desconcierta cuáles podrían ser las directrices de la embajadora chavista para la comunidad venezolana que ha buscado en España refugio, tras huir de la dictadura de Nicolás Maduro.

García Roger dejó claro a las autoridades venezolanas que en este punto la realidad es que se debe buscar un mecanismo de entendimiento con la dictadura venezolana, pues la invasión de Rusia a Ucrania ha cambiado el escenario y ha generado una crisis energética en la cual Venezuela podría ser clave para ayudar a aliviarla, mediante la venta de gas y petróleo, pero España también sabe que la opinión pública se le vendría encima si se atreven a reconocer abiertamente a Nicolás Maduro como presidente del país caribeño, tras los tres años que han pasado desde que más de 50 países, entre ellos España, reconocieron a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, con miras a que se realizaran elecciones libres y democráticas en ese país.

Sin embargo, España también está muy pendiente del diálogo que se reinició recientemente entre la dictadura y la oposición de ese país, en el que ya llegaron a un primer acuerdo en el cual se reactivaron las actividades comerciales entre Venezuela y la petrolera norteamericana Chevron, lo que sin duda es un avance para la política venezolana, pues permitirá la comercialización del crudo de ese país.

No obstante y pese a la discreción con la que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha tratado de manejar la llegada de Coromoto Godoy al país, en calidad de embajadora, por otro lado se está manejando la posibilidad de darle el cargo de embajador a Ramón Santos, quien actualmente está en Venezuela como encargado de negocios de España, pero esto tendrá que pasar antes por un Consejo de Ministros para que se apruebe, pues la iniciativa se planteó a consecuencia del diálogo que se celebró la semana pasada en México, entre los representantes de la oposición venezolana y la dictadura de Nicolás Maduro.