miércoles, 27 noviembre 2024

Pablo Casado resistirá: las cuatro claves del PP para seguir vivo

  • Pablo Casado quiere recuperar el centro del tablero político tras su giro a la derecha.
  • El Partido Popular pretende controlar diez comunidades autónomas a partir del 28 de abril.
  • El previsible desgaste del PSOE y el enfado en el centro-derecha con Vox podrían contribuir a ello.
  • Pablo Casado ganó contra pronóstico las primarias del PP y recibió como premio bautismal la conquista política de Andalucía, que eclipsó la fuerte caída de voto de los populares. Pero el traspiés del 28 de abril le ha dejado en estado de shock tras una hecatombe que ha provocado el peor resultado de su partido en los últimos cuarenta años.

    La hegemonía del centro-derecha se encuentra en peligro por el crecimiento de Ciudadanos y desde Génova 13 quieren recuperar el espacio más centrista. La primera víctima de la debacle ha sido Javier Maroto, que se ha quedado sin escaño y ni siquiera dirigirá la campaña electoral.

    La riojana Cuca Gamarra, sorayista, será la que se ponga al frente del equipo para las autonómicas y municipales del 26-M. Este relevo quizás destense los ánimos con Mercedes Fernández. La líder del PP asturiano quiere revancha tras ser relevada al frente de la plancha autonómica en el Principado de Asturias y es la única baronesa que no tiene ningún feeling con Casado.

    LAS CUATRO CLAVES DE LA RESURRECCIÓN DEL PP

    La hoja de ruta del Partido Popular está clara de cara al 26-M. Pablo Casado quiere recuperar el espacio clásico de su formación y para ello apostará por cuatro recetas para retener la hegemonía del centro-derecha:

    1- Recuperar el centro pese a que Ciudadanos se quedó a las puertas de superarle el 28-A. Para ello quieren recuperar un discurso templado y previsiblemente esconderán a Cayetana Álvarez de Toledo, que ha exhibido un mensaje que no guarda demasiadas diferencias del de Vox.

    2- Menos ocurrencias: algunos fichajes han levantado ampollas. El ridículo de Suárez Illana sobre el aborto en Nueva York, el patinazo de Isabel Díaz Ayuso al pedir que «el concebido no nacido» sea considerado como un miembro más de la familia, las ocurrencias de Juan José Cortés, la polémica de las pensiones de Daniel Lacalle y la famosa subida del SMI a 850, de Pablo Casado, no deben repetirse. Para ello tendrán que rebajar el tono y recuperar el pragmatismo marianista.

    Casado
    Pablo Casado pretende recuperar la fuerza del PP.

    3- Voto útil: el PP quiere recuperar al votante de Vox que se ha sentido engañado por el PSOE para fragmentar el voto del centro-derecha. Para ello tomarán distancia de Santiago Abascal, al que Pablo Casado ha tildado de «ultraderecha» tras recordar que vivió de «chiringuitos», curiosamente del PP.

    4- Controlar diez comunidades autónomas: el PP gobierna con mayoría absoluta Galicia, preside la Junta de Andalucía tras 37 años en manos del PSOE y aspira a gobernar otras ocho comunidades a partir del 26-M.

    LAS OCHO COMUNIDADES QUE QUIERE CONTROLAR CASADO

    España no es solo Castilla, tal y como han advertido en el PP, que ha sumado un diputado entre Cataluña y Euskadi. Y sabe que extrapolando los resultados del 28-A al 26-M podrían controlar al menos cinco comunidades autónomas.

    Y dos de ellas son dos graneros de voto socialistas: Extremadura y Castilla-La Mancha. Ambas comunidades fueron gobernadas por el PSOE entre 1983 y 2011, año en el que el PP conquistó ambas.

    José Antonio Monago quiere recuperar el gobierno de Extremadura. No lo tendrá fácil: Guillermo Fernández Vara cuenta con unas excelentes previsiones e Iván Redondo ya no le asesora como antaño. Pero aun así el PP podría recuperar el trono si se repiten los números del 28-A.

    También podría hacerlo en Castilla-La Mancha: el socialista Emiliano García Page quiere mantenerse al mando, pero no lo tendrá fácil por el previsible desgaste de Podemos. El popular Francisco Núñez se convertiría en el próximo presidente, de repetirse los resultados de las generales.

    Otras tres comunidades seguirían en manos del PP: Castilla y León, donde Ciudadanos se les acerca peligrosamente; la Región de Murcia, donde Vox se ha convertido en tercera fuerza por encima del 18% del voto, y La Rioja, donde tendrán que superar la falta de feeling entre PP y Cs, que admitió el error de investir como alcaldesa de Logroño a Cuca Gamarra, ahora mano derecha de Casado.

    La sexta comunidad en juego son las Islas Canarias, donde el PP ha mantenido cierta fuerza pese al crecimiento de Ciudadanos. La tímida irrupción de Vox y la consolidación de Coalición Canaria evidencian que el archipiélago se podría decidir por foto-finish.

    Otras dos comunidades podrían caer del lado del centro-derecha, la Comunidad de Madrid y Aragón. Pero aquí la guerra cambia de juego: el PP no tiene sus miras en la izquierda, fragmentada en la capital y desgastada por Podemos en Zaragoza, sino en Ciudadanos, que les superó el 28-A en ambos lugares.

    El centro-derecha tendrá más dificultades para conquistar otras cuatro comunidades. Es el caso de Asturias, donde el PSOE goza de una estupenda salud; Cantabria, ya Miguel Ángel Revilla parte como claro favorito tras la entrada del PRC en el Congreso; Navarra, comunidad en la que el trío de Colón junto a UPN apenas suma el 35% del voto; y Baleares, que podría seguir en manos de la socialista Francina Armengol gracias a la buena salud de Podemos.